PNV
El PNV reabre la guerra contra la bandera en edificios públicos
Varias comisarías de la Ertzaintza retiran la enseña nacional de sus sedes
Una orden verbal, no escrita, que habría sido emitida por el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, provocó la retirada de la bandera nacional española de varias comisarías, según han confirmado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto. La enseña se encontraba colocada en un mástil junto a otras tres (la ikurriña, la europea y la de la propia Policía Autónoma). RTVE ofreció en sus informativos fotografía de una estas comisarás en la que se podía observar la retirada de la bandera nacional. Sin embargo, en la mañana de ayer la enseña nacional seguía colocada en la Academia de la Ertzaintza, en la localidad alavesa de Arkaute, según las citadas fuentes. De hecho, medios oficiales del Gobierno vasco afirmaron desconocer que se hubiera dado una orden escrita al respecto.
En concreto, la retirada de la bandera se ha producido en, que sepa, las comisarías de la Ertzaintza de Eibar, Zumarraga y Beasain, en Guipúzcoa, y en la de Erandio, en Vizcaya. Esta instalación es una de las más importantes de la Policía Autónoma Vasca.
Con la llegada del Gobierno del PNV, y la asunción de las competencias de Seguridad, el comentario que se escuchaba entre miembros de las otras Fuerzas de Seguridad del Estado era el de que «las cosas no van a ser como antes, cuando gobernaban los socialistas con el apoyo del Partido Popular». Sin embargo, confiaban en que se mantuviera el necesario clima de colaboración en una Comunidad Autónoma en la que, recuerdan, la amenaza de ETA no ha desaparecido y los últimos comunicados de la banda y su entramado no hacen presagiar nada bueno.
Aunque el departamento de Seguridad del nuevo Gobierno vasco aseguró que no se ha dado orden de retirada de ninguna bandera y que la consejería está cumpliendo la normativa legal establecida en materia de banderas y símbolos, no es ningún secreto que para los nacionalistas-separatistas vascos la presencia de la bandera nacional no es precisamente una imagen que les agrede. Todo lo contrario.
La historia de nuestra democracia está jalonada de incidentes con la bandera española y, aún después del anuncio de «cese definitivo» por parte de ETA, se ha producido el robo y quema de banderas españolas en varias localidades del País Vasco y Navarra.
Varios agentes de las Fuerzas de Seguridad fueron asesinados por ETA en la década de los ochenta, cuando acudían a incidentes en lo que se dio en llamar la «guerra de las banderas», a raíz de una orden de que la enseña nacional ondeara en todos los ayuntamientos y edificios oficiales del País Vasco.
Fuentes sindicales, que cita la agencia Europa Press, señalaron que fue un responsable de Recursos Humanos de Interior el que había comunicado a las citadas comisarías la decisión de retirar la enseña española del interior de los edificios. Sin embargo, en los medios consultados por este periódico se subrayaba que una medida de este tipo no puede ser adoptada sin el visto bueno de la directora de Gestión Económica e Infraestructuras del departamento de Seguridad y antigua directora de la Academia de Arkaute, Guadalupe Camino, auténtico «factótum» del PNV en los asuntos que conciernen a la Ertzaintza.
Tras la llegada del PSE-EE al Gobierno vasco, se decidió colocar la bandera española en el hall de entrada de las comisarías, junto a otras como la europea, la ikurriña y la de la Ertzaintza. No hacía otra cosa que cumplir la normativa vigente, que en tantas ocasiones ha sido ignorada por los nacionalistas-separatistas, en su afán de que sea la ikurriña la única bandera del País Vasco.
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