El PP citará a Rivera en su comisión si «estira» la de Bárcenas

Negocia con PSOE y Ciudadanos un calendario para cerrar el próximo mes de junio la investigación sobre sus cuentas en el Congreso.

La sesión centrada en las cuentas de Ciudadanos (Cs), que ayer celebró la comisión del Senado sobre la investigación de la financiación de los partidos, está influyendo bastante en el «calentamiento» extraordinario de las relaciones entre estas dos fuerzas. Cs ha jugado hasta ahora con los puntos a favor de erigirse en el único con derecho a levantar la bandera de la regeneración democrática, y el PP sabe que los casos de corrupción que afectan a sus siglas no son equiparables con las denuncias de irregularidades en la financiación de Cs, amparadas en los informes del Tribunal de Cuentas, pero también cree que ese «ruido» mancha la imagen impoluta de la formación naranja aunque no tape sus propios problemas.

La batalla política por la corrupción va a seguir siendo descarnada porque los tribunales también se encargarán de continuar alimentando la «pelea» por los casos pendientes de juicio que tiene el PP. Pero en el campo parlamentario la cúpula popular prevé que en el verano termine su «expiación» en el Congreso, o al menos ésta es la sensación que ha sacado de sus conversaciones privadas con el PSOE y con Cs. Que el PP es el que más tiene que perder nadie lo niega, pero en Génova están convencidos de que los demás también tienen algo que perder «en ese fango». Su convencimiento de que en verano se libran del lastre de la comisión de investigación sobre su financiación, impuesta por la mayoría del Congreso, lo sostienen en las bazas que ellos pueden jugar en la Cámara Alta, y con las que están negociando de manera discreta. Así, en la dirección popular mantienen que Podemos sí está dispuesto a intentar aguantar «viva» la «comisión Bárcenas» hasta las elecciones, pero que con PSOE y Cs avanza un preacuerdo para que los trabajos terminen en junio. «O si no, Rivera acabará citado en el Senado». E igual que Rivera puede decirse de la plana mayor de la dirección socialista, advierten.

El partido de Rajoy tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta y esto es lo que le da margen para condicionar absolutamente la agenda de la comisión de investigación también sobre la financiación de los partidos que sólo con sus votos sacó adelante en al arranque de la Legislatura. Fue la respuesta, argumentaron, a la utilización del Congreso «no para mejorar la financiación de los partidos o luchar contra la corrupción, sino para intentar destruir al PP». En el Congreso es la oposición la que tiene la mayoría para fijar las decisiones de agenda, plazos y comparecientes. Y esa mayoría es la que ha bloqueado que además de estudiar la financiación irregular del PP se abordase la del resto.

El interés de la oposición es que la «comisión Bárcenas» dure todo lo posible porque no suma al partido del Gobierno en ningún caso, mientras que éste lo que pretende es que sus trabajos finalicen antes del verano. Para poder empezar así un nuevo curso político en septiembre, ya claramente preelectoral, y con una agenda en la que las noticias que vengan de los cabecillas de la trama Gürtel o de su ex tesorero Luis Bárcenas lleguen sólo de los tribunales, pero no desde sede parlamentaria. Todavía les quedan, en cualquier caso, tragos difíciles como la comparecencia en el Congreso de Álvaro Pérez, «El Bigotes», responsable de la empresa Orange Market, y sobre el que en Génova se temen que monte «todo un espectáculo bochornoso». Según La Sexta, «El Bigotes» ha solicitado acudir en persona a la comisión el día 19.

Esta comparecencia será otro «mal trago» para el PP, de los que no quieren más en el arranque del nuevo curso político y de ahí la negociación a cara de perro con el PSOE y con Cs sobre el calendario parlamentario de las comisiones abiertas. De momento, el PP utilizó ayer la plataforma del Senado para lanzar el mensaje de que las finanzas de Ciudadanos son «un catálogo de irregularidades» ya que las comparecencias han puesto de manifiesto, a su juicio, que la transferencia de fondos desde los grupos municipales a una cuenta central del partido sitúa a Ciudadanos ante un posible caso de «dopaje».

Por la comisión del Senado desfilaron ayer los miembros de una plataforma crítica con el partido naranja, un periodista y el autor de un libro sobre Albert Rivera. A esta sesión sobre Cs le seguirá otra el 22 en la que comparecerá el gerente del partido.

La «pelea» por la corrupción entre el PP y Cs tiene otras derivadas. En su contraataque la dirección popular prepara una agenda de iniciativas para intentar descolocar a su adversario. La prisión permanente revisable es un ejemplo. Y hasta han decidido que Rajoy se vaya de tour rural para «desnudar» la reforma electoral que plantea Rivera. Es un movimiento preelectoral por parte del PP para aprovechar las debilidades territoriales de Cs.

, más fuerte en las zonas urbanas que en la España interior. Y por esta última se va a pasear el presidente del Gobierno con el mensaje bajo el brazo de que Cs y Podemos desprecian la España interior –que les vota menos– y quieren acabar por eso con su representación, aunque en su empeño favorezcan, por ejemplo, a los independentistas, que tendrían muchos más escaños.