El PP expedienta a Villalobos por votar contra la reforma del aborto

La vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, se enfrenta a la apertura de expediente sancionador por romper la disciplina de voto del PP al votar ayer a favor de la retirada del anteproyecto de reforma de la Ley del Aborto. En cambio, la dirección del grupo ha aceptado las explicaciones de los otros diputados que votaron a favor de la moción de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA): el guipuzcoano José Ignacio Azpiroz y la sevillana María Eugenia Romero. Ambos aseguran que su voto se debió a un error, por lo que no se les abrirá expediente.

No en vano, el presidente de la Comisión de Empleo y Seguridad Social y diputado del PP, José Eugenio Azpiroz, aclaró a los medios de comunicación al término de la votación que se había equivocado a la hora de pulsar el botón y que presionó la tecla en favor de la retirada del anteproyecto de ley de reforma (verde), como así pedían los grupos de la oposición. «Somos humanos y materialmente a veces te equivocas», se excusó tras subrayar su «defensa inequívoca» en favor de la vida y contra el aborto en los 20 años que ha ejercido de diputado.

En declaraciones a Ep, la sevillana María Eugenia Romero explicó que ella también se equivocó: «Tengo claro que es un proyecto de ley que venía en nuestro programa electoral y que hay que dejar que se debata. Tengo claro en qué lista electoral iba y cuál es mi voto y en este caso ha sido un error».

Como dijo el propio portavoz popular Alfonso Alonso minutos antes de la votación, la indisciplina de Villalobos en este asunto era «muy previsible» y ella misma ya había avisado de que votaría en conciencia, en contraste con lo ocurrido el martes, cuando el PSOE forzó una votación secreta.

No es además la primera vez que Villalobos se salta la disciplina de voto en esta legislatura. En mayo de 2013, se negó a votar ante una petición del PSOE para parar la reforma de la Ley de Aborto, lo que le provocó una multa entre 300 y 400 euros. En el caso de ayer, la sanción podría ser mayor (la máxima ronda los 600 euros), ya que Villalobos votó lo contrario que todo el Grupo Popular, mientras que hace un año simplemente levantó las manos y no participó en la votación.

Las anteriores direcciones del Grupo Popular ya tuvieron que imponer sanciones a Villalobos en varias ocasiones. En junio de 2009 se abstuvo ante una moción de UPN contra la Ley del Aborto del Gobierno socialista, y entre 2004 y 2005 se desmarcó dos veces para apoyar el matrimonio homosexual.

Indisciplinas aparte, lo que ayer se votaba era una moción de la Izquierda Plural que instaba al Gobierno a retirar también la reforma de la interrupción voluntaria del embarazo y a la que PP, Unió y UPN anunciaron su voto en contra. De ahí que, pese a las fugas en el Grupo Popular, la iniciativa tampoco saliera adelante.

En la votación secreta del martes, el PP superó el reto, pero sus votos no sumaron los diputados del Grupo Popular presentes en el hemiciclo, lo que daba a entender que hubo alguna abstención. Y es que un total de 183 diputados votaron contra la petición del PSOE de retirar la reforma, incluyendo los seis de Unió y el de UPN, por lo que las papeletas del PP debieron de ser 176, cuando en el Hemiciclo había 178 diputados del Grupo Popular, lo que indica que, al menos, dos de los diputados del PP podrían haber derivado en la abstención.

Al respecto de la polémica reforma y de la votación, el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, cargó ayer, a través de su cuenta de Facebook, contra los populares por aplaudir y alegrarse tras la misma. «¿De qué se ríen esos diputados y esas diputadas del PP? Acaban de ganar una votación, se me dirá, es normal que se rían. Pero no era una votación cualquiera: se decidía si la reforma que impulsa Rajoy de la Ley del Aborto seguía adelante», escribió.

Pero Rubalcaba no se quedó ahí y añadió que «se ríen porque han dado un paso más para imponer su moral a toda la sociedad; se ríen mientras cercenan la libertad de las mujeres; se ríen porque están dándole una alegría a su extrema derecha».