Rajoy esperará a que acabe «el postureo» para llamar a Sánchez

Mariano Rajoy quiere hablar con Pedro Sánchez y Albert Rivera, pero después de que fracase la negociación con Podemos. Para el presidente del Gobierno en funciones, la reunión que ayer mantuvieron el secretario general del PSOE y el máximo dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, no despeja lo suficiente el escenario como para que entienda que ha llegado ya el momento de tomar la iniciativa de dirigirse a Sánchez y a Rivera para explorar el margen para una negociación. Desde su partido son bastantes las voces que instan a que haga gestos para colocar el foco sobre el PP y recuperar protagonismo en la escena pública, corrigiendo así, sostienen, «el arrinconamiento» que se deriva de los movimientos «tácticos» del PSOE con Ciudadanos y Podemos.Rajoy va a esperar antes de dar el paso a que se aclare en qué quedan las conversaciones «a tres», entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, que ayer se anunciaron. Considera que no tiene sentido y que es hasta ridículo dirigirse ahora a Sánchez cuando cuenta por adelantado con que recibirá un «no» como respuesta. Primero que fracase Sánchez, y luego él intentará tantear las posibilidades de que «in extremis», para evitar las elecciones», el PSOE corrija «su veto» al diálogo con el PP y se sienten así a hablar de un futuro gobierno de coalición.

Con o sin fracaso de la negociación con Podemos, tanto Rajoy como la dirección del PP saben en el fondo que no hay margen para que ese diálogo con Sánchez y Rivera prospere como alternativa a la convocatoria de las elecciones. Ese encaje de posiciones lo descartan, pero, aun así, valoran cómo encajar ellos un movimiento que sirva para descargarles de responsabilidad ante una nueva cita electoral. Es decir, cómo hacerlo sin que se vuelva contra ellos por la negativa de las otras partes a sentarse con Rajoy para buscar una solución que no sea el acuerdo con el que Sánchez se presentó a la investidura y que fue «tumbado» por la mayoría del Congreso.

El PP sigue creyendo que lo más probable es que haya de nuevo elecciones. Los guiños al diálogo, que Iglesias haya rectificado en algunas cuestiones o el hecho de que se haya producido un viraje en bastantes posiciones no modifica la previsión actual de la dirección popular. Entienden que más allá de «los movimientos tácticos» o de los «cambios en las formas», el obstáculo sustancial sigue plenamente vigente, es decir, «la incompatibilidad entre Podemos y C’s». «Los dos siguen viéndose incompatibles, porque realmente lo son. Sánchez sigue empeñado en disfrazar la realidad», sostienen en Génova.

En este nuevo escenario político, la posición del PP se sostiene en seguir urgiendo a Sánchez a que rectifique su posición y acepte el diálogo con Rajoy; y en «atizar» a Rivera por la posición en la que le deja la negociación entre el líder socialista e Iglesias.

La respuesta del PP a la reunión de ayer la dio el portavoz parlamentario, Rafael Hernando, quien acusó al secretario general del PSOE de estar pensando en «salvar su pellejo» con el nuevo «sainete», que, a su juicio, protagonizó ayer con el líder de Podemos. Hernando insistió en que Rajoy buscará «el momento adecuado» para llamar a Sánchez. El PP acusa también al líder socialista de «dar tumbos a derecha e izquierda» y de «jugar a hacerse trampas al solitario» porque «no da» la vía de los 161 diputados, planteada por Iglesias para conformar un Gobierno «a la valenciana». «Lo que sí que da», subrayó, es «la gran alianza entre el PP, el PSOE y C’s que Rajoy plantea.