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El PP sólo aceptaría una reforma de la Constitución con el PSOE si hay consenso

Mariano Rajoy ya se reunió consus «barones» autonómicos en mayo de 2013 en Madrid
Mariano Rajoy ya se reunió consus «barones» autonómicos en mayo de 2013 en Madridlarazon

Rajoy firma hoy con los «barones» su vigencia como garantía de libertad

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha convocado hoy a sus líderes regionales en el municipio segoviano de El Real Sitio de San Ildelfonso (La Granja) para hacerse la foto de la unidad en torno a la defensa de la Constitución Española y de su vigencia frente a las peticiones de reforma que vienen desde la izquierda. De la reunión saldrá una solemne declaración, con la fuerza de estar respaldada por todo el poder territorial, y en la que el PP pondrá negro sobre blanco los éxitos de la Carta Magna, su importancia en los logros que ha conseguido España en la democracia y su validez como garante de un Estado de Derecho y de libertades. Según ha podido saber este periódico, en esa declaración que hoy se presenta el PP avala la Ley Fundamental como acierto colectivo; expresa su compromiso con el modelo constitucional y con el Estado de las Autonomías; defiende que la Constitución es válida, entre otros motivos, porque nos hace libres e iguales; y hace una referencia expresa a la defensa del castellano, pero también de las demás lenguas cooficiales.

El PP no impulsará reformas de la Carta Magna ni las llevará en su programa electoral, pero en esta declaración oficial no cierra la puerta a escuchar propuestas que le puedan plantear los socialistas. A «compartir reformas», con dos condiciones: el consenso y que sean útiles para la sociedad española.

Es un acto cargado de simbolismo, con el que desde el PP responden al independentismo y a la «ambigüedad», dicen, que ha adoptado el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en el debate abierto sobre el modelo territorial. Esta reunión del más alto nivel sirve, además, al partido para empezar a engrasar su maquinaria electoral ante los importantes comicios del próximo año. Elecciones autonómicas y municipales en las que los populares se juegan mucho y que se presentan a «cara de perro» ante la movilización de la izquierda. Hoy hablarán todos los presidentes autonómicos, y el cierre lo hará Rajoy. El manifiesto también incluye un punto de apoyo expreso a las víctimas del terrorismo. La declaración que hoy aprueben será la base de la posición que el PP defenderá ante el debate que los socialistas mantendrán abierto en los próximos meses. El presidente ya ha reprochado al jefe de la oposición su ambigüedad y la falta de concreción de su propuesta. Le ha demandado detalles y ha advertido de que la reforma constitucional tiene que hacerse por consenso, teniendo claro de dónde se parte y hacia dónde se va. Y, ante todo, que no puede hacerse únicamente como respuesta política al problema independentista o plantearse para resolver problemas internos de partido.

No obstante, en la estrategia electoral del PP para los próximos meses esta cuestión no será en absoluto un eje central de su discurso de precampaña y de campaña. Todo estará orientado en clave económica, a hablar de recuperación, de empleo y de política social. Las grandes novedades las reservan para después de Navidad. El otro eje será el mensaje de la regeneración democrática, conscientes de que esta bandera la han perdido a costa del «caso Gürtel», de Luis Bárcenas y de las demás corruptelas vinculadas a sus siglas.

El análisis interno apunta a que el voto de la izquierda y, en concreto, el de Podemos, está muy movilizado, mientras que entre los partidos tradicionales hay voto oculto por el clima dominante de opinión crítico con la gestión política y económica, con la corrupción y con el funcionamiento general de las instituciones. Además de la mejoría económica, otro elemento movilizador de su electorado por parte del PP será la advertencia del riesgo de que se conforme una alianza de izquierdas radical con posibilidades de llegar a gobiernos si ellos no consiguen la mayoría absoluta. De aquí a las elecciones generales confían «en que seguirá desmontándose el mito» de Podemos y en que, además, sus votantes tomarán conciencia de que hay una amenaza real de que el PSOE pacte con la izquierda más radical para tocar poder.

Las elecciones autonómicas y municipales serán un importante test de estabilidad de cara al futuro. Si los populares mantienen un apoyo superior al 35 por ciento, el mensaje será de tranquilidad. Si no es así, las alarmas se encenderán tanto en Génova como en Moncloa.