Barcelona
El president ya no es una línea roja para la ANC
Òmnium y la Asamblea no ponen ya como condición para el acuerdo la investidura de Mas
Cambio de discurso. A un lado y otro de las filas negociadoras, Junts pel Sí y la CUP intercambian mensajes y advertencias para salvar el proceso soberanista. Igual que Tom Hanks lanzaba granadas para salvar al soldado Ryan, a la desesperada. Si hace dos días la Asamblea Nacional Catalana (ANC) protagonizaba una huelga de hambre en un colegio de las Escuelas Pías del centro de Barcelona para empujar a la CUP a decidirse por investir a Artur Mas, ayer su presidente, Jordi Sànchez, ya no ponía al convergente como condición sine qua non para llegar a un acuerdo.
En una entrevista en RAC-1, durante la mañana del día de Reyes, Sánchez y el presidente del Òmnium Cultural, Jordi Cuixart –las dos entidades cívicas de Junts pel Sí que han emplazado a la candidatura de CDC y ERC a reunirse hoy con la CUP para buscar un acuerdo in extremis que evite elecciones en marzo–, ya no ponen la investidura de Artur Mas como línea roja. Ni Sànchez ni Cuixart pusieron condiciones para llegar a un acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP. Aunque ambos saben que tras el contundente discurso de Mas, en el que acusó a la CUP de ser unos «irresponsables» y de no estar comprometidos con la independencia, el acuerdo se prevé si no imposible, «muy difícil».
La dirigente de la CUP Anna Gabriel acusó a Mas de faltar el respeto a la izquierda independentismo, por lo que las llamadas a intentar encontrar una solución de consenso se intuye que quedarán en eso, en un intento.
«Nosotros invitamos al diálogo», insistió ayer Sànchez, tras añadir que esta vez «no ponemos condiciones ni en un sentido ni en otro». «Son los partidos los que ponen sus condiciones», subrayó después de que se le preguntara si las entidades estarían de acuerdo con que Mas diera un paso al lado para lograr un pacto de última hora con la izquierda anticapitalista.
La diputada Gabriela Serra, tras el Consejo Político de la CUP, o Anna Gabriel, posteriormente, ya han dicho que si en vez de Mas el candidato es Junqueras, por ejemplo, sus diez diputados apoyarán la investidura. En este caso con una primera vuelta sería suficiente, pues los 62 diputados de Junts pel Sí y los diez de la CUP suman 72 y superan por cuatro puntos la mayoría absoluta. Hasta el domingo hay tiempo para convocar un pleno de urgencia, inclusive en fin de semana.
Paralelamente a la reunión de Junts pel Sí y la CUP, la ANC ha convocado esta tarde una concentración en la plaza Sant Jaume de Barcelona, frente al Palau de la Generalitat, para «exigir un acuerdo a todos los diputados independentistas».
La ANC, que nació para cumplir el objetivo de alcanzar la independencia de Cataluña, ahora forma parte de la candidatura de Junts pel Sí. Su ex presidenta, Carme Forcadell, preside el Parlament. Pero si hay elecciones, no tiene decidido aún qué hará. CDC ya le ha propuesto una alianza.
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