El PSC, a la deriva

En el cuartel general de los socialistas catalanes de la calle Nicaragua de Barcelona no están para muchas alegrías. Pere Navarro asumió el cargo en diciembre de 2011 con un partido tocado, aunque poco imaginaba lo que se le venía encima. Estar en la oposición después de haber gobernado la Generalitat siempre es una travesía en el desierto, pero ahora el PSC ha emprendido el camino a la deriva. La marcha de la ex ministra Carme Chacón a Miami o la baja de José Zaragoza de la Ejecutiva del PSOE dejan al partido sin influencia en Madrid en un momento crucial para Cataluña. Y aquí, precisamente, viene el segundo gran problema del partido. A nivel interno, Navarro acaba de cerrar en falso la enésima crisis con el denominado sector crítico, aquel que defiende las tesis soberanistas y está provocando un cataclismo en la formación. Pocos creen que las tensiones no vuelvan a surgir y todo hace indicar que ocurrirá más pronto que tarde. La próxima semana, en la celebración del 11 de septiembre, el partido volverá a dar muestras de su división interna cuando un sector acuda a la cadena humana independentista que su líder rechaza de manera frontal. El viraje que ha realizado la sociedad catalana obliga a los socialistas a tener que escoger, desde el liderazgo, hacia dónde van.