Elecciones generales
El PSOE consultará a sus bases el 28-F si logra un acuerdo de investidura
Ferraz quiere acortar los plazos y aprueba hoy regular el referéndum pensando que la sesión será la primera semana de marzo.
Ferraz quiere acortar los plazos y aprueba hoy regular el referéndum pensando que la sesión será la primera semana de marzo.
El PSOE aprueba hoy las bases reguladoras de la consulta a través de la que someterá los pactos a la militancia, ante la incertidumbre de si ésta llegará finalmente a celebrarse. El dilema reside en que su convocatoria está supeditada a que, con carácter previo, se alcance un acuerdo que poder elevar a las bases para su aprobación, algo que a día de hoy se antoja harto complicado. Sin embargo, fuentes socialistas reconocen a LA RAZÓN que de lograrse la alianza con margen de actuación suficiente, el referéndum se celebraría el último fin de semana de febrero, para avalar el pacto antes del pleno de investidura –que será, como también quiere Ciudadanos, a principios del próximo mes de marzo–. El día 28 sería, por tanto, el elegido si atendemos a que por tradición las consultas a la militancia se convocan siempre en domingo. No obstante, la obligación de someter el dictamen de las bases también al Comité Federal podría anticipar la fecha del referéndum al sábado 27 de febrero, siendo el domingo cuando se reuniría el máximo órgano entre congresos.
Sin embargo, fuentes de Ferraz prefieren no adelantar acontecimientos y centrarse en lo prioritario: alcanzar una mayoría suficiente para llevar a Pedro Sánchez a La Moncloa. «¿Quién sabe si se llegará a un acuerdo? y, en tal caso, «¿cuándo?», declaran a este diario estas mismas fuentes. Este comentario refleja el nexo de la problemática actual: la imposibilidad de una investidura que no cuenta, por el momento, con el aval de Podemos ni del PP. El veto de Pablo Iglesias al PSOE, mientras el partido siga negociando con Ciudadanos, complica sobremanera las opciones presidenciales de Sánchez. Tampoco el PP se muestra partidario de apoyar implícitamente esta alianza, lo que –si ambas formaciones mantienen sus posiciones maximalistas–abocaría a la celebración de nuevas elecciones.
Además, en Ferraz tampoco se plantean someter a las bases pactos «estériles», que no cuenten con el respaldo necesario para superar la investidura con éxito. «Deberán ser acuerdos suficientes que puedan facilitar un Gobierno progresista y reformista», detallan fuentes de Organización del PSOE. Una eventualidad que alejaría, a día de hoy, el referéndum a las bases, ya que no existe tal «suficiencia» de avales. No obstante, Sánchez ha reiterado en numerosas ocasiones que se presentará al pleno de investidura aunque el día de su celebración no tenga los apoyos suficientes.
Cuando se alcancen esos apoyos podría ser otra de las variables que impidieran la celebración de la consulta. Retomando lo enconado de las posiciones de Iglesias y Rajoy a favorecer un Ejecutivo de Pedro Sánchez, el socialista podría desencallar «in extremis» el acuerdo con alguna de estas dos formaciones, por ejemplo en las horas previas a su votación de investidura, lo que también imposibilitaría someter el pacto al arbitrio de la militancia y del Comité Federal. Sería una situación similar a la acaecida en Cataluña con Carles Puigdemont, cuando el acuerdo para hacerle presidente de la Generalitat se cerró a escasas 24 horas de que expirara el plazo para ello.
No obstante, para que la consulta a las bases no sea un «lastre» en el normal desarrollo del calendario negociador, el partido aprobará hoy el reglamento por el que se regirá. La puesta a punto del referéndum es una medida «preventiva, que no garantiza que se vaya a celebrar», pero que lo hace operativo para «acortar todos los plazos lo máximo posible» en caso de que finalmente se convoque. Así lo detallan a este diario fuentes socialistas que definen como «sumario» y «exprés» el proceso de convocatoria de la consulta una vez se logre el acuerdo. «Todos los pasos previos se solventarán para que sólo haya que convocarla», reconocen.
El secretario de Organización socialista, César Luena, se reúne hoy con sus homólogos territoriales para dar los «últimos retoques» a los «tres o cuatro folios» de los que constarán las bases reguladoras del referéndum. Una votación en la que finalmente sólo participarán los militantes –sin incluir a los simpatizantes cómo habían pedido algunos dirigentes territoriales–, cuyo censo todavía no ha facilitado el partido.
El texto que ultimen los «fontaneros» de las federaciones junto a Luena por la mañana se elevará a la Comisión Permanente de la Ejecutiva, que lo aprobará por la tarde. Por tanto, lo que hoy se aprueba son sólo las normas por las que se regirá la consulta que, como el Comité Federal, deberá ser convocada por la Ejecutiva cuando se alcance el acuerdo.
En esta regulación no habrá grandes sorpresas, según adelantan fuentes cercanas al secretario de Organización, ya que el referéndum está inspirado en el que se celebró en 2014 para elegir a Pedro Sánchez secretario general del PSOE. Como entonces, la votación no será «vinculante orgánicamente, pero sí políticamente», ya que, aunque no tiene cabida en los estatutos del partido, ningún dirigente va a poner en cuestión el dictamen de las bases sobre los pactos que alcance la formación.
En el calendario idílico del PSOE la consulta se celebrará el fin de semana del 27 y 28 de febrero. Sin embargo, si este calendario se tornara hostil con el candidato y apurara hasta el final sus opciones de ser investido, ni las bases ni el Comité Federal tendrán control sobre las alianzas que trace para conseguirlo, porque la inmediatez de los plazos le impedirá consultarlo más allá de las paredes del Congreso de los Diputados.
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