PSOE
PP y PSOE dan las comisiones a los partidos canarios sin Cs ni Podemos
La oposición no fue capaz de llegar a un acuerdo ni para la investigación del «caso Bárcenas»
La oposición no fue capaz de llegar a un acuerdo ni para la investigación del «caso Bárcenas».
La división de la oposición ha vuelto a quedar patente en el Congreso de los Diputados. El insólito consenso que lograron PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos para poner en marcha la comisión de investigación sobre la financiación del PP estuvo ayer a punto de frustrarse, porque la falta de entendimiento entre las tres fuerzas puso en peligro su constitución. Las discrepancias sobre quién debía ostentar la presidencia de esta comisión y la de las cajas de ahorro bloqueó su puesta en funcionamiento hasta primera hora de la tarde, cuando socialistas y populares llegaron a un acuerdo frente a Ciudadanos y Unidos Podemos. Finalmente Ana Oramas de Coalición Canaria (CC) presidirá la de las cajas de ahorro y Pedro Quevedo de Nueva Canarias (NC), la de la financiación ilegal del PP. El ambiente estaba tan enrarecido que el diputado canario fue elegido sin estar presente y sin siquiera formar parte de la comisión de investigación. Una solución de urgencia a propuesta de los populares y tras la conveniente llamada del portavoz socialista, Antonio Hernando, para que aceptara el cargo y desbloqueara la situación.
La problemática se gestó así. Es tradición que las presidencias de estas comisiones las detenten las fuerzas minoritarias para evitar la utilización partidista de las mismas. Por ello, en un principio PP y PSOE acordaron que Oramas (CC) presidiría la de las cajas y Jordi Xuclà (PDeCAT) la de financiación del PP. Sin embargo, Ciudadanos entró en escena vetando ambos nombramientos. Un veto que en el caso de Xuclà también fue asumido por el PSOE, ya que la antigua Convergència ha estado envuelta en casos de corrupción como el del 3% que ponían en cuestión su idoneidad. Este paso atrás de los socialistas hizo saltar por los aires el acuerdo inicial con los populares, una situación que aprovecharon Ciudadanos y Unidos Podemos para pactar a espaldas del PSOE las presidencias de ambas comisiones. Las formaciones de Rivera e Iglesias acordaron votar mutuamente a sus candidatos, el naranja para las cajas y el morado para la de financiación del PP, dejando de lado a los socialistas, algo que no sentó nada bien en Ferraz, habida cuenta de que fueron ellos quienes impulsaron la creación de la comisión de investigación. No obstante, los nuevos partidos volvieron a pecar de ingenuos, pues para que prosperasen los nombramientos de Carolina Bescansa o Txema Guijarro, entre otras propuestas, necesitaban los votos de PSOE o PP.
La falta de acuerdo se visibilizó en las reuniones que se sucedieron durante el jueves, en las que los portavoces de las cuatro principales fuerzas parlamentarias departieron en los pasillos del Congreso o en el despacho de Ana Pastor para alcanzar sin éxito una solución. Finalmente, fue el acuerdo entre PP y PSOE el que recondujo la situación para que echen a andar las comisiones de investigación. En la de financiación del PP, los socialistas solicitarán que Mariano Rajoy sea el primero en comparecer.
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