El PSOE no aprobará el reglamento de primarias hasta diciembre

No será en octubre, sino en noviembre. El PSOE ha aplazado dos semanas sobre la fecha inicialmente prevista la gran conferencia con la que culminará su proyecto político. La cita, que se celebrará entre el 8 y el 10 de noviembre, ha sido pospuesta, según la versión oficial, porque el Campo de las Naciones no tenía disponible para el alquiler hasta esa fecha el Palacio de Congresos. Sea por lo que fuere, lo cierto es que quienes esperaran que inmediatamente después del cónclave se pondría fecha a las deseadas primarias, ya se pueden olvidar porque la dirección federal no está por la labor de abrir el debate de los nombres hasta 2014, tal y como ha repetido en reiteradas ocasiones. No en vano, la Conferencia Política, según desveló ayer en rueda de prensa el secretario de Organización, Óscar López, ni siquiera aprobará el Reglamento del proceso de selección de candidatos. Será un mes después, cuando el Comité Federal del PSOE, máximo órgano entre congresos, dará el visto bueno a las normas por las que tendrán que regirse los aspirantes al cartel electoral de las elecciones generales.

López, que ayer no quiso pronunciarse sobre si Rubalcaba se presentará o no ni tampoco sobre la fecha en la que se celebrarán las primarias, aclaró que la conferencia política analizará un documento que fijará sólo los principios generales del proceso de primarias sin entrar en más detalles, ya que estatutariamente el reglamento que se encargue de desarrollarlas tiene que ser validado en una reunión del Comité Federal. También será el máximo órgano del partido entre congresos el que convoque la fecha de celebración.

El secretario de Organización glosó los meses de trabajo previos a la conferencia política y que se han llevado a cabo desde febrero con jornadas monográficas sobre Europa, empleo y crecimiento, fiscalidad, calidad de la democracia, igualdad y bienestar, además del Consejo Territorial del pasado sábado.

De acuerdo con su interpretación, se trata del mayor proceso de participación realizado nunca por un partido político en España, abierto no sólo a sus militantes, sino a toda la sociedad civil que ha querido formular sus aportaciones. Y para ilustrar sus afirmaciones facilitó algunas cifras: 134 ponentes, 2.400 asistentes, 63.000 usuarios en la web del PSOE atendiendo los debates retransmitidos en directo y 60 millones de opiniones en Twitter, con una audiencia de nueve millones personas a través de esta red social. Otras 113.000 personas han seguido los debates temáticos por Facebook. Además, las agrupaciones locales del partido han celebrado 1.432 debates, con 39.400 personas implicadas y en los que se han formulado 4.492 propuestas, muchas de ellas procedentes de los más de 300 colectivos que han querido participar en ellos.

Los socialistas calculan que, de toda esa participación, al menos la mitad ha sido de no militantes, y eso mismo esperan en la Conferencia Política, en la que estará también el Comité Federal y representantes de los territorios, además de «invitados de la sociedad». En el cónclave de oviembre está previsto que participen un millar de personas, entre dirigentes, militantes e invitados. Y en las 17 federaciones aguardan impacientes el método de selección.

Antes de esto, el próximo sábado, el máximo órgano entre congreso, ratificará el nuevo protocolo de relaciones parlamentarias entre PSOE y PSC, un texto que, después de la «declaración de Granada sobre el modelo territorial» no debiera dar demasiados problemas, si bien los catalanes mantenían ayer su aspiración de votar de forma distinta al PSOE en el Congreso en asuntos territoriales, algo a lo que Ferraz, hace una semana, se negaba en banda. Pero ya se sabe: en política cada día tiene su afán. Y aún no se ha dicho la última palabra.

Clase de federalismo a Mas

Clases de federalismo para Artur Mas y a quien haga falta. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicará al presidente de la Generalitat y «a todo el mundo» la propuesta federal de reforma de la Constitución aprobada por los socialistas con la que su partido quiere dar una «solución» a las crecientes tensiones territoriales. Mas lo demandó el domingo y ayer Rubalcaba recogió el guante.