Sánchez no hablará con los barones hasta la Ejecutiva del PP

El saludo entre Mariano Rajoy y Albert Rivera a la posibilidad de negociar una investidura ha colocado al PSOE ahora en el punto de mira, porque si la Ejecutiva del PP acepta las condiciones de Ciudadanos para negociar, el «sí» de la formación naranja haría que el partido de Rajoy sumase 170 escaños y no sólo 137, una posición de fuerza que podría mover al partido socialista a abstenerse. Este periódico publicó a mediados de julio que, según fuentes socialistas, el PSOE podría barajar dicha posibilidad.

Pero el momento ya ha llegado y dentro del partido liderado por Pedro Sánchez se percibe cierta tensión a la espera de los acontecimientos. De momento, ninguna valoración respecto a los avances negociadores entre las dos fuerzas políticas: silencio hasta que haya una respuesta en firme sobre la mesa. Fuentes del partido aseguran con ironía que no serán ellos quienes muevan ficha cuando Rajoy «se ha ido de puente y hasta que no vuelva para reunirse con su Ejecutiva no dirá nada sobre la postura de su partido». La estrategia política socialista es mantenerse en un segundo plano porque, consideran, «ahora les toca a Rajoy y a Rivera porque son partidos de derechas», en un claro malestar por las negociaciones, ya que en la anterior legislatura el PSOE y C’s sí firmaron un acuerdo de gobernabilidad. No obstante, oficialmente insisten en que se votará en contra de Rajoy tanto en una primera como en una segunda vuelta. «Seguiremos en el ‘‘no’’», aseguran.

El secretario general socialista, Pedro Sánchez, se encuentra en Madrid, después de pasar unos días de descanso con su familia en Almería. Según informan desde Ferraz, después de la reunión de ayer entre Rajoy y Rivera, el líder del PSOE no tiene intención de establecer contactos con sus barones ni de iniciar negociaciones paralelas con otros partidos. «Nosotros no vamos a obstaculizar las negociaciones», manifiestan, y explican que de momento Sánchez no tiene programada ninguna actividad política en su agenda.

Ayer, ningún portavoz socialista apareció en la palestra del Congreso para hablar sobre la reunión entre Rajoy y Rivera. Las únicas declaraciones públicas por parte del partido corrieron a cuenta de su portavoz en la Cámara Alta, Óscar López, en una entrevista concedida a Cuatro. López rechazó la opinión de que la responsabilidad política esté ahora sobre su partido, y sostuvo que el PP tiene que buscar los votos en el PNV y en Convergència, ya que descartó que el PSOE tenga pensado convocar un Comité Federal para replantearse su postura respecto a la investidura del candidato propuesto por el Rey.

El senador socialista, informa Efe, quiso dejar claro que su partido no «torpedeará» las negociaciones entre el PP y Ciudadanos, pero sí añadió que algunos de los requisitos establecidos por Rivera para apoyar a Rajoy han provocado en él «alguna sonrisa», porque recordó que la propuesta de eliminar los aforamientos fue votada recientemente en la Cámara Baja, y que el PP fue el único partido en oponerse.