Elecciones generales
El PSOE pacta un reparto en el Congreso que dejaría a PP y C´s empatados
Los socialistas se asegurarían la presidencia del Congreso y la mayoría en la Mesa
La negociación para el reparto de cargos en el nuevo Congreso avanza poco a poco entre bambalinas. El próximo día 13 es la sesión solemne de constitución de las nuevas Cortes Generales, y de ella saldrá el nuevo presidente de la Cámara Baja y la composición de la Mesa, órgano de gobierno del Parlamento. El acuerdo no está aún cerrado, pero en este momento la negociación en la que el PSOE está trabajando se dirige a conseguir una distribución que dejaría al PP, la lista más votada, con 122 escaños, empatada en cuota de representación y de poder con Ciudadanos, con 40 escaños.
Los socialistas están intentando conseguir el apoyo del partido de Albert Rivera con la oferta de cederles a cambio dos puestos en la Mesa del Congreso. Ellos, como segunda fuerza más votada, tendrían la presidencia y otros dos puestos. Dos, para Podemos; dos, para Ciudadanos y otros dos irían al partido más votado, para los de Mariano Rajoy. En las conversaciones privadas, la impresión que está trasladando el interlocutor de Rivera es que no ven mal esta opción, e incluso él está alentando la posibilidad de que la presidencia recaiga en el socialista Patxi López.
El PP se mantiene en la posición de reivindicar para sí la presidencia del Congreso, como partido que ganó las elecciones generales, aunque sí esté dispuesto a negociar el reparto de puestos en la Mesa e incluso a negociar los dos puestos que reclama Ciudadanos.
El escenario es tan complicado que es posible que no se resuelva hasta el último momento. «No hay nada definitivo», coinciden en señalar los que están participando de la negociación. Pero la sensación en las filas populares es pesimista. Su análisis apunta a que Ciudadanos estaría dispuesto a cederle la presidencia al PSOE, de lo que se derivaría la consecuencia inmediata de que en la Mesa el PSOE tendría la mayoría con Podemos o incluso con C’s.
La Mesa del Congreso es un órgano decisivo en el funcionamiento del día a día del Parlamento. De ella depende la organización del trabajo de la Cámara, aprobar sus Presupuestos, ordenar los gastos internos, calificar las iniciativas parlamentarias y decidir sobre su admisibilidad, ordenar la tramitación legislativa y fijar el calendario de las sesiones de Pleno y de las comisiones, entre otras funciones. Por simplificar, decide qué se tramita y con qué rapidez. Está compuesta por el presidente del Congreso, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Si se confirmase la negociación que hay en marcha, el PP podría quedarse sólo con un vicepresidente y un secretario.
El encaje de piezas es muy complicado para el PP, pero también para el PSOE. Hay que ver si Podemos acepta apoyar a los socialistas en este reparto de cargos una vez que ellos no tienen nada que ganar ni que perder, ya que sus dos puestos los tienen seguros. Desde Ciudadanos han incluso alentado la idea de que la presidencia fuera para ellos.
De cómo se resuelva esta negociación pueden surgir, además, pistas de por dónde puede ir la negociación postelectoral y del margen futuro que tiene la decisión del líder socialista, Pedro Sánchez, de intentar la alianza de izquierdas para frenar un Gobierno de Rajoy. De nombres, hasta ahora sólo ha salido el del socialista vasco Patxi López. El PP no ha puesto ninguno en esta fase encima de la mesa porque, según alega, la discusión está centrada sobre todo en cómo se reparten las sillas en juego. Las posibilidades de que consigan su objetivo de mantener la presidencia son «pocas», según reconocen en la dirección popular, pero no van a ceder en su demanda. Esto pesa en que tampoco estén hablando de nombres. «Para qué quemar candidatos si parece muy difícil ganar. Para presidir el Congreso habría muchos candidatos; para presentarse para perder, ya no tantos», explican.
Desde el PP insisten en que esperan que los otros grupos, especialmente Ciudadanos, actúen «con juicio y respetando la voluntad de las urnas». El diputado electo Rafael Hernando defendió ayer que lo «democráticamente más saludable» es que el partido que ha ganado las elecciones sea quien presida el Congreso y el Gobierno. En una entrevista en la Cadena Ser explicó que lo contrario «sería un fraude electoral» porque iría contra lo que han votado los españoles en las urnas.
Hernando fue el portavoz en el Congreso durante la pasada legislatura y está llevando la negociación que acompaña a la constitución de las nuevas Cortes Generales. Ayer, volvió a tender de nuevo la mano a Ciudadanos y al PSOE para lograr la investidura de Rajoy. Pero en estos momentos, la situación está tan bloqueada que «ni siquiera hay acuerdo sobre dónde se tienen que sentar los diputados en el hemiciclo». «Sería inteligente que Sánchez rectificara y buscara el diálogo. Es de lamentar que haya voces en el PSOE que fomenten la parálisis institucional para disfrazar una derrota electoral histórica», sostuvo.
Un cuadro como «inspiración»
Nació en la clandestinidad y pasó casi 30 años en los sótanos del Museo Reina Sofía, pero desde ayer, «El abrazo» (1976), de Juan Genovés, símbolo de la Transición por su llamada a la reconciliación entre los españoles, se exhibe en las paredes del Congreso, junto a los bustos de Manuel Azaña y Alcalá Zamora. Según el presidente del Congreso, Jesús Posada, es un «permanente recordatorio de los valores de la democracia», y debería servir «a todos de guía e inspiración para esta nueva etapa política».
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