El PSOE pide que se publique el patrimonio privado de la Casa Real

La crisis, pero sobre todo el malestar de los ciudadanos, lo han cambiado todo. También la posición de los partidos tradicionales sobre lo que se debe y no se debe conocer de la Familia Real. Si la semana pasada era el Gobierno quien se mostraba partidario de que la Corona se someta a la futura Ley de Transparencia después de varios meses de defender lo contrario, ayer el PSOE daba un paso más y pedía por primera vez que la Jefe del Estado y todos los miembros de su familia hagan público su patrimonio, y no sólo los gastos de palacio, los viajes y los contratos.

La apuesta por la transparencia, afirmó Elena Valenciano, en alusión a todas las instituciones, «debe ser radical porque los corruptos florecen en la oscuridad». El límite, pues, a la tan traída y llevada –y aún en fase de tramitación en el Congreso–, Ley de Transparencia debe estar sólo en los asuntos que afectan a la seguridad nacional y de las personas. No en vano, la número dos del PSOE defendió que «la opacidad es una de las principales bases para la corrupción», por lo que, para los socialistas, la pregunta que habría que hacerse no es qué debe incluirse en la ley, sino lo que no. «La vida pública debe ser una casa de cristal. Y para llegar a este objetivo se requieren distintas fases», afirmó antes de recordar que el PSOE ya había solicitado que la Casa Real figurara en la Ley de Transparencia y reprochara al PP que haya ejercido un «bloqueo sistemático» hasta que ha sido la propia Casa la que «se ha movido» al apostar por su inclusión. En todo caso, la dirigente socialista ha dejado claro que la Casa Real «no es una administración pública más» y que cualquier reforma no debe poner en peligro el papel del Rey, si bien destacó que «la transparencia le sentará muy bien» a la Casa Real. Y esto aun admitiendo que ni la Ley de Transparencia ni otra medida mitigará la preocupación ciudadana por la corrupción.

La reflexión de Valenciano llegó después de una reunión de la Permanente del PSOE, en la que los socialistas se marcaron como asuntos prioritarios la lucha contra la pobreza y la defensa de la «limpieza en política y la transparencia en la vida pública», y relativizaron la demanda de Juventudes Socialistas para abrir un debate entre Monarquía o República. Destacó que sería «poco riguroso olvidar el papel constructivo y estabilizador» de la Corona, por lo que, apuntó, cualquier reforma que se aborde «no debe poner en peligro ese papel».