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El PSOE sitúa en la diana a Caldera tras la destitución de Mulas

El ex ministro tenía poderes ejecutivos en la factoría ideológica del PSOE

La Razón
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Madrid- Hace tiempo que en el PSOE era un secreto a voces que las cuentas de Fundación Ideas –un «invento zapateril» para dar salida a Jesús Caldera cuando el ex presidente del Gobierno prescindió de sus servicios como ministro de Trabajo– no estaban del todo claras; no pocos socialistas han criticado en privado el excesivo nivel de gasto en viajes del hoy diputado por Salamanca a cuenta de la factoría ideológica de la izquierda... Tal era el clamor que en 2012, cuando la nueva dirección federal llegó a Ferraz y se renovó el Patronato de la Fundación, decidió «intervenir de hecho» la gestión y controlar desde la sede central del PSOE los presupuestos, hasta entonces manejados al alimón entre el ex ministro y su hombre de confianza Carlos Mulas, fulminantemente destituido tras desvelar ayer «El Mundo» que creó una identidad falsa, bajo el nombre de Amy Martin, para cobrar artículos.

La noticia «noqueó» a varios dirigentes del PSOE que consideraban a Carlos Mulas un profesional de prestigio, «inteligente y solvente» que estuvo en la Oficina Económica de La Moncloa con Zapatero cuando ésta la dirigía Miguel Sebastián. El ya ex director de Ideas, que se encontraba ayer en Washington, formó parte del «comité de notables» que asesoró a Tomás Gómez en la campaña previa a las elecciones autonómicas de 2011.

Hoy el temor de algunos socialistas ya no es Mulas, sino lo que el futuro depare a Jesús Caldera, ya que se teme que aparezca documentación que pueda comprometer al ex ministro por su gestión al frente de la Fundación, en la que tenía plenos poderes ejecutivos. Tanto es así que hay quien cree que el vicepresidente de la Fundación Ideas debería presentar voluntariamente su renuncia al ser él el responsable político de lo sucedido y así se lo han sugerido. Oficialmente, la dirección mantiene su confianza en el ex ministro, que intentó ayer trasladar que la destitución de Mulas había sido una decisión suya cuando en realidad ésta y el comunicado redactado para anunciarla se le dieron hechos desde la calle Ferraz.

Caldera se mostró ayer convencido de que la fundación recuperará todo el dinero abonado a su director por los artículos que firmó bajo el seudónimo de Amy Martin. En declaraciones a los periodistas en Cádiz que en este caso «no se va a defraudar ni un euro de dinero público ni privado» y que el partido se reservaba la posibilidad de emprender acciones legales «por el daño» causado a Ideas.

También dijo sentirse «defraudado» por la actuación de Mulas, una persona de su máxima confianza desde hace años, y pese a que ignoraba «por completo» la estafa de Mulas.

La fundación pagó hasta 3.000 euros por artículo a la supuesta columnista Amy Martin, cuya marca comercial y logo están registrados por el propio director de Ideas. En 2010, llegó a facturar casi 40.000 euros; en 2011, la cifra bajó a 12.000, y en 2012, de momento, no hay constancia de que cobrara un euro. La facturación se realizaba a través de una agencia literaria que representa a muchos autores y en la que no han constatado que Mulas haya sido el beneficiario de los cobros, una posibilidad que el PSOE no descarta. En todo caso, insisten desde la sede de los socialistas en que si el ya ex director de Ideas hubiese sido el que hubiera cobrado por los artículos, las víctimas de la estafa siempre habrían sido la fundación y el PSOE.

La dirección federal se enteró del escándalo el domingo por la noche y desde entonces intentó obtener una versión creíble del responsable de la fundación y del vicepresidente ejecutivo, Jesús Caldera. No lo logró. Y ayer enviaron al ex ministro un comunicado en el que se anunciaba la destitución de Mulas y posibles acciones judiciales. Y es que en la calle Ferraz admiten que Mulas «engañó tanto al partido como a la propia fundación» con el cobro de artículos firmados por Amy Martin, identidad falsa, aunque el destituido sigue defendiendo que se trata de una «freelance» amiga suya y de su esposa que escribía para otras organizaciones y medios de comunicación.

El asunto no está, en absoluto, claro. No en vano algunas fuentes apuntaban ayer que la tal Amy Martin existe y que se trata de una autora americana amiga, en efecto, del matrimonio Mulas, que utilizó su nombre de «tapadera» para cobrar los artículos y obtener un sobresueldo. Sea como fuera, el escándalo llega en el peor momento para la ofensiva del PSOE contra los populares por el «caso Bárcenas». El que esté libre...