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«El que mejor aguanta la tormenta»

La Razón
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Madrid- «Sabe aguantar las tormentas cuando tiene el objetivo claro y yo creo que el que más sabe de cómo está la situación tiene que ser él, que es el presidente del Gobierno, y cuando gobierna como está gobernando es porque tiene el objetivo claro». Así de rotundo se muestra Francisco Riquelme, que ejerce de registrador en Elche y en Santa Pola, en donde sustituye a Mariano Rajoy. Él y el presidente del Ejecutivo se conocieron hace más de tres décadas, ya que ambos aprobaron la oposición en 1978. Desde entonces han compartido alguna que otra historia.

Recuerda con especial nitidez un viaje. En abril de 1981 se fueron a Milán para ver el partido de vuelta de semifinales de la «Champions League». El Madrid se clasificó para la final, y cuando los seguidores blancos abandonaban el estadio en autobús, según relata, los «tifossi» empezaron a tirar piedras. «Todos nos tiramos al suelo y el único que iba en el asiento ahí incólume era nuestro amigo Mariano Rajoy. "¿No te das cuenta?", le pregunté. "A ver, no pasa nada. Sois unos miedosos", contestó él», narra Riquelme. En esos primeros años de vida profesional, Rajoy tuvo que hacer la mili y allí todo el mundo era asignado a distintas tareas en función de su profesión. De acuerdo con su relato, al actual presidente del Gobierno le dijeron algo así como «¿Usted es registrador? ¡A esa edad!... por embustero, a limpiar las escaleras». Y él decía: «Yo soy el rey del Ajax porque soy un experto en comprar productos de limpieza, me he pasado la mili limpiando escaleras de arriba a abajo ahí con la fregona». También en esa época, pasó unos años en el registro de Santa Pola. Según Riquelme, «le gustaba mucho el sol y la comida mediterránea. Un día nos pusieron dos tarros de alioli para mezclar». El registrador le decía: «Mariano, no se puede tomar tanto». Luego, dando un paseo, Rajoy reconoció: «Me tengo que ir a la cama porque no puedo, no puedo», relata divertido. Se torna serio: «Si tuviera que irse de la política, tendría su profesión».