Gobierno de España
El retroceso socialista
Análisis. Mientras que el PP conserva el 73% de sus votantes desde 2008, el PSOE lo ha reducido al 48%
En las últimas semanas varias encuestas publicadas por medios nacionales constatan una amplísima mayoría próxima a los dos tercios del electorado socialista que aboga por la abstención del partido para desbloquear la investidura. Los diarios LA RAZÓN y «El País» se hicieron eco de esta postura de los votantes del PSOE en sus ediciones del 18 y 30 de julio, respectivamente.
En este mes de agosto conocimos la encuesta del CIS, pero realizada a principios de julio y que no recogía la situación de bloqueo que se gestó en las jornadas posteriores a su realización. Un mes después de la anterior encuesta, este diario publica un nuevo sondeo en el que básicamente se mantiene el mismo respaldo pragmático de dos terceras partes de los votantes del PSOE a la abstención táctica para permitir la investidura.
Este hecho es muy grave teniendo en cuenta que certifica un divorcio entre los votantes del PSOE y sus dirigentes actuales. Un electorado que desde las elecciones de marzo de 2008 hasta las del pasado 26-J ha quedado reducido a menos de la mitad, concretamente al 48%, mientras que los populares conservan el 73% de sus votos obtenidos en las elecciones del 20-N, cuando consiguieron su máximo histórico con 10,9 millones de votantes.
Según los datos de las elecciones de 2008, 2011, 2015 y 2016 se confirma una recuperación del PP en las últimas generales, mientras que el PSOE no ha tocado todavía fondo. Los populares han ganado 0,7 millones de votos en seis meses, mientras que los socialistas han perdido 5,9 millones de electores desde la reelección de Zapatero, cuando alcanzaron su máximo histórico con 11,3 millones de votos en 2008.
Los socialistas en la oposición no han dejado de retroceder, mientras que los populares gobernando en los cuatro años más duros económicamente en España han logrado remontar y ser la fuerza más votada y con diferencia. El PSOE tampoco ha sido capaz de superar al partido gobernante en las dos últimas elecciones generales, cuando en el resto de Europa son contados los casos de continuidad tras cubrir la etapa de gobierno ante la impopularidad de las medidas que se deben tomar.
La crisis que arrastra el PSOE se inicia en 1996 y se cronifica en 2000. En 1996, el PP rompe el techo electoral que mantuvo durante lustros en el 26% y los cinco millones de votos, alcanza el 41% del voto y duplica su electorado y accede al Gobierno de España. Pero en 2000 el PP conquista la mayoría absoluta con 10 millones de votos y la miope respuesta del PSOE es la de virar a la izquierda en el XXXV Congreso, sacrificando a José Bono, el único que podría devolver al PP a la oposición, al 26% del voto válido y a los 5 millones de votantes.
Luego llegaría el tripartito, el drama de marzo de 2004, la reforma del Estatut, y el intento socialista de aislar a CiU en Cataluña y al PP en el resto de España. El PP pudo recuperarse en las elecciones de 2011, pero CiU se echó al monte al ocupar el PSC y sus aliados de IC-V y ERC el terreno político del nacionalismo catalán.
En el periodo 1996-2011, el PP se ha mantenido con porcentajes de voto del 41% de media y con 10 millones de votos. Tras el 26-J han bajado a una expectativa de 7,9 millones, y si sumamos los 3,1 millones de votos centristas de C’s, obtenemos que el centro derecha cuenta con 11 millones de votos frente a los 5,4 millones del PSOE. Los socialistas sólo podrán remontar si captan el voto del centroderecha y tienen a Ciudadanos como ejemplo a seguir.
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