El Rey: «Vosotros hacéis grande a España»

«La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos». Así sentó Felipe VI las bases de su reinado.Y ayer, un año después, reafirmó su promesa escogiendo, en el aniversario de su proclamación, condecorar a ciudadanos anónimos con la Orden del Mérito Civil. Personas que, por su ejemplo de compromiso personal y actos heroicos, han contribuido a avanzar un paso más en el desarrollo de España como nación. «Tú eres un héroe», le dijo ayer Don Felipe al paraguayo Hugo Daniel López, quien arriesgó su vida por salvar la de un anciano de 94 años que cuidaba en Archena de las llamas del fuego durante un incendio. La labor de 38 personas, buscadas y seleccionadas en todas las comunidades autónomas, fue reconocida en el salón de columnas del Palacio Real, una sala reservada para actos tan importantes como lo fue la sanción de la ley de abdicación de Don Juan Carlos un día antes de proclamar a Felipe VI Rey.

El himno de España precedió la entrega de las condecoraciones, clasificadas, como marca la tradición desde el reinado de Alfonso XIII, según la edad: la cruz del Mérito Civil para aquellos de entre 30 a 40 años de edad, la Cruz Oficial para los que tengan de 40 a 50 años, y la encomienda reservada para los mayores de 60. Antes de finalizar el acto, en el que los Reyes recibieron uno a uno a los premiados, el Jefe de Estado pronunció un discurso en el que aseguró haber «trabajado con lealtad al juramento que presté». Aseguró que «se ha abierto una nueva etapa de la Monarquía Parlamentaria en nuestra historia», pero con matices. «Este primer año no era un punto de llegada o un fin en sí mismo». Sino un proceso continuo en el que adaptarse a las necesidades de la sociedad.

Desde que se produjo el relevo de la Corona, el objetivo de la Casa ha sido tansmitir que para la Institución, la prioridad es que los ciudadanos sean el eje de la acción política. Un objetivo difícil, con la sucesión de casos de corrupción que manchan la esencia del país, pero que el Monarca reivindicó ayer en la «afirmación de principios éticos y morales», inspiradores de conductas que deben estar dirigidas en la búsqueda del bien común. «No encuentro mejor manera de subrayar esos valores», aseguró Don Felipe, que dar al grupo seleccionado de españoles «el verdadero protagonismo». Porque estas personas, estos nombres, que suenan así: Alfonso Alba Marín, Francisco Miranda Escudero, José Aguado Prieto, Manuel Aguado Prieto y Gabino Álvarez Fernández llevan a cabo gestas difícil de superar, como lo es priorizar la vida de las víctimas del accidente del avión Airbus 400M el pasado 9 de mayo, a la suya propia. «Sois, queridos condecorados, un reflejo de la mejor realidad cotidiana de España». Don Felipe fue más allá: «Hoy puedo deciros que vosotros sois los que hacéis grande a España».

Intérprete de lengua de signos

Por primera vez en un acto en el Palacio Real, un intéreprete de lengua de signos acompañó las palabras de Don Felipe, para que su mensaje no quedara sin destinatario. Al finalizar el acto, los Reyes mantuvieron un encuentro privado con los condecorados, que, en palabras de ellos mismos, estuvo cargado de emociones.

A la búsqueda y selección de estas 38 personas –22 hombres y 16 mujeres– han contribuido el conjunto de las administraciones –Gobierno, Comunidades Autónomas y demás instituciones–, así como de otras muchas organizaciones, asociaciones y colectivos representativos en distintos ámbitos: económico, cultural y social. Entre los condecorados se encuentran empresarios, abogados, médicos, científicos, ingenieros, arquitectos, académicos, agricultores y ganaderos, cooperantes, inmigrantes y emigrantes, así como un músico y un policía local figuran en este grupo representativo de «la realidad cotidiana de España», en palabras del Rey. Un acto en el que han hablado por sí mismos gestos como el de Naca Pérez de Tudela, murciana comprometida con la ayuda a quienes sufren enfermedades poco frecuentes y trastornos graves del desarrollo, y que tras recibir la condecoración lanzó un beso al cielo en recuerdo de su hija Celia, fallecida en marzo de 2012. Y también de admiración por gente como Miguel García-Marquina Cascallana, parapléjico que ha abierto un despacho de abogados y es jugador de baloncesto en silla de ruedas en el Club Baloncesto Alcorcón.

Era de esperar que, si la proclamación de Felipe VI fue de lo más austera –para lo que, entre otras decisiones, no se invitó a ningún mandatario extranjero–, el primer aniversario como máximo representante de los españoles también lo sería. La Casa del Rey no organizó ningún acto para conmemorar fecha tan significativa para la Corona. Respecto a cómo lo celebraran después los Reyes Zarzuela no informó, ya que, según la política de la Casa, pertenece al ámbito privado. Don Felipe sí abrió la puerta durante su mensaje a una parcela personal, la que sintió el día que fue proclamado Rey. «Un día para mí imborrable, lleno de sentimientos y emociones, que conservaré siempre grabado en la memoria por el honor y la responsabilidad de asumir la Jefatura del Estado».

A lo largo de este año, Felipe VI ha iniciado una serie de reformas entre las que tres son clave: someter las cuentas de la Casa a una auditoría externa, prohibir que cualquier miembro de la Familia Real pueda mantener una actividad profesional alternativa a la institucional, establecer un régimen de regalos, un código de conducta y disponer de un asesoramiento jurídico permanente. Cada una de estas medidas ha tenido como finalidad impedir que se repitan las irregularidades del pasado. Y que han cerrado su aniversario con una dura decisión, como es la de revocar el título de duquesa de Palma a su hermana, la Infanta Cristina. Con todo, a juicio del Rey, ha reafirmado su «vocación de servicio a todos los españoles».

Almuerzo en familia con las autoridades del Estado

Acompañados por Don Juan Carlos y Doña Sofía, los Reyes almorazon ayer en el Palacio Real con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. En nombre del poder legislativo acudieron los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y el Senado, Pío García Escudero. También asistieron los representantes del TC, TS y del CGPJ.