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El Rey constata el hielo Rajoy-Sánchez

Rajoy y Sánchez coincidieron en la entrega del Cervantes y sólo se saludaron tras la mediación del ex ministro Gabilondo. El secretario general socialista reconoce la «dificultad» de llegar a acuerdos, a dos días de la ronda de consultas en Zarzuela. El líder del PP da por hecho que se repetirán las elecciones y adelantó que hoy habrá «grandes mensajes» en su acto de Córdoba

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, no han cruzado palabra
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, no han cruzado palabralarazon

A 48 horas de la ronda de consultas los candidatos asumen que habrá elecciones. Rajoy y Sánchez coincidieron en la entrega del Cervantes y sólo se saludaron tras la mediación del ex ministro Gabilondo

El Patio de los Filósofos del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares fue ayer el «escenario del crimen» del consenso. Una vez el himno «Gaudeamus Igitur» cerró el acto de entrega del Premio Cervantes, Reyes, Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, miembros de la clase política, periodistas e invitados, imbuidos del bálsamo de las palabras del premiado Fernando del Paso entre tanto pacto frustrado, se dirigieron a tomar el tradicional «cocktail». Una imagen cuando los asistentes comenzaban a dejar su copa en la mesa y a apurar el último canapé para marcharse definió la situación política actual: el presidente del Gobierno en funciones se dirigió hacia la puerta pasando delante del secretario general socialista. Si tenía intención de pararse a saludarlo será una incógnita, pero al ex secretario de Educación del PSOE Ángel Gabilondo no debió parecerse así, ya que le detuvo para propiciar un saludo entre ambos líderes. Un saludo frío, breve y distante, que «habló» del estado de las negociaciones políticas a dos días de que el Rey inicie la ronda de consultas con los líderes de los partidos. Última serie de encuentros que, como ya publicó este diario, se antojan un trámite protocolario antes de que el Rey Felipe VI disuelva las Cortes y se convoquen nuevas elecciones generales.

Es en estos actos, que concentran a los protagonistas de las instituciones en un patio como el de ayer, o en un salón del Palacio Real como el día del 12 de Octubre, donde se pulsa el devenir político. Mientras que en el día de la Hispanidad los candidatos a alcanzar La Moncloa buscaban hablar con los periodistas, comentar sus programas y ganarse a la gente a escasos meses de las elecciones generales, ayer el ambiente portaba la relajación de los que ven que ya no poco se puede hacer. En conversación con periodistas, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, apenas habló sobre la posibilidad de que las fuerzas políticas puedan aún formar Gobierno. Miembros del Ejecutivo allí presentes daban por hecho la celebración de unos nuevos comicios para el próximo 26 de junio, hablando ya de la organización de la siguiente campaña, y no de la última oportunidad que tienen los grupos de pactar antes de la ronda de consultas del Monarca. El líder del Gobierno en funciones, en un tono distendido, neutral, comentó que pasaría una tarde «maratoniana» de partidos, pero no políticos, sino deportivos. «Hoy deporte y mañana grandes mensajes», informó. El jefe del Ejecutivo en funciones tenía previsto ver cuatro televisados de fútbol, alternando el del Real Madrid con el de tenis de Rafael Nadal. Tarde de desconexión antes de presidir hoy un acto de Nuevas Generaciones del PP en Córdoba.

Porque ante la inexistencia de espíritu conciliador para llegar a un acuerdo que libre al país de unos nuevos comicios, deporte nacional. Ya sea fútbol... o rugby. El Rey Felipe VI y Mariano Rajoy mantuvieron una breve y cordial conversación sobre la reciente final de la Copa del Rey de rugby en Valladolid.

Pedro Sánchez fue también un foco principal de atención, principalmente porque ni el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, ni el de Podemos, Pablo Iglesias, acudieron al acto a pesar de estar invitados como dirigentes de dos de los cuatro partidos con mayor representación parlamentaria. Hizo bromas con su esperanza de que aún hubiera margen para maniobrar, pero acabó reconociendo que, teniendo en cuenta que tiene hasta el martes para acudir a ver al Rey con los apoyos suficientes como para poder resultar investido presidente, es «muy difícil» que se pueda hacer. Muy sonriente, pero, a diferencia de la neutralidad anímica de Rajoy, a Sánchez se le vio algo alicaído, y muy escéptico. La única frase cercana a un apretón de manos entre rivales fue el comentario de Gabilondo, que elogió el discurso del ministro de Educación, Cultura y Deportes, Iñigo Méndez de Vigo, respecto a la obra literaria de Del Paso.

Tanto el presidente del Gobierno en funciones como el secretario general socialista se verán con el Jefe del Estado el martes. Don Felipe recibirá a los 14 representantes de los partidos en orden de menor a mayor número de escaños en la Cámara Baja. Así, Mariano Rajoy será quien cierre las entrevistas, recibido por el jefe del Estado a las 17:30, una hora después del líder del PSOE, Pedro Sánchez, citado el martes a las 16.30. Por su parte, el líder del Podemos, Pablo Iglesias, se entrevistará con el Rey a las 13:00. Durante la mañana, asistirán los representantes de Ciudadanos (Alber Rivera), En Comú-Podem (Xavier Domènech) y Compromís (Joan Baldoví). El lunes, entre las 10:00 y las 19:00, Felipe VI recibirá a los portavoces de Nueva Canarias, Foro Asturias, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, Unidad Popular-Izquierda Unida, Partido Nacionalista Vasco y Democràcia i Llibertat. Al igual que en las dos rondas de consultas anteriores, Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu no participarán en la ronda. Según el comunicado que la Casa del Rey envió a los medios de comunicación el pasado 12 de marzo, Don Felipe sólo propondrá candidato si cuenta con los apoyos suficientes, a diferencia de las dos anteriores ocasiones –antes de proponer a Rajoy y después a Sánchez–.

Esta decisión del Monarca reduce las posibilidades de que se vuelva a celebrar otro Pleno del Congreso, ya que no podrán en esta ocasión presentarse sin la garantía de formar Gobierno. Por primera vez en la historia de la democracia, un candidato propuesto por el Jefe del Estado no obtuvo la suficiente votación parlamentaria como para ser nombrado presidente. Una repetición de los hechos sería devastadora para la imagen de nuestro país, motivo por el que la Casa del Rey dejó claro que, en caso de que ninguno de los aspirantes a La Moncloa consiga tener sellados los pactos, se disolverán ambas Cámaras y se publicará en el BOE el día 3 de mayo.

Don Felipe convocó la nueva ronda de consultas de acuerdo al cumplimiento del artículo 99.4 de la Constitución. Un gesto que, paralelamente, refleja que el Jefe del Estado no quiere ser cómplice del fracaso político durante estos cuatro meses de negociaciones. Un «vodevil» político que Felipe VI ha afrontado apenas dos años desde su proclamación como Rey, y que ha sido muy consciente de que sus movimientos marcarán la imagen de su reinado de aquí al futuro. Ayer, tanto para él como para la Reina, la prioridad durante el «cocktail» no fue la clase política, sino el galardonado con el Premio Cervantes y su familia, con los que se deshicieron en atenciones y conversación sobre su la «poliédrica» –en palabras del discurso de Don Felipe– vida del mexicano. Una actitud lógica, ya que el Jefe del Estado no puede mostrar preferencia por un ningún «color» político en su papel constitucional de árbitro. Y, mera intuición, con el escritor sí puede hablar de consenso: el de dos naciones a través de la lengua española.

Ni Iglesias, ni Rivera: la nueva política «planta» a Cervantes

La entrega del Premio Cervantes es un acto de especial trascendencia para el país, y más este año en que se cumple el cuarto centenario de la muerte del escritor de Alcalá de Henares. No obstante, y a pesar de estar invitados, ni el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ni el de Podemos, Pablo Iglesias, consideraron ayer añadir a sus agendas la efeméride y acudir al acto en su conmemoración. A dos días de que comiencen la ronda de consultas convocada por el Jefe del Estado, la imagen de los cuatro dirigentes protagonistas del fracaso de los pactos juntos en el paraninfo hubiera dado una imagen de unidad y de sentido de Estado, a pesar de no haber sido capaces de sellar un acuerdo para evitar las elecciones el próximo 26 de junio. Pero a Rivera le esperaban Las Ramblas de Barcelona para celebrar la festividad de Sant Jordi firmando sus libros, y a Iglesias directamente no se le conoció oficio ni beneficio: no tenía ningún compromiso político fijado en las previsiones del día, como para justificar su silla vacía en el paraninfo de la Universidad, su medio natural.