El Rey da aire a los políticos y llena su agenda de actos

No convocará consultas de momento y se dedicará a su actividad oficial

Un mes después del último acto de los Reyes antes de las vacaciones de verano, la recepción en el Palacio de la Almudaina, la Casa del Rey publicó ayer una agenda llena de compromisos que poco o nada tienen que ver con la situación política.Tras la investidura fallida de Rajoy, las cábalas sobre cuándo convocará Don Felipe la ronda de consultas –si en un plazo próximo o a largo plazo para dar tiempo a los políticos para llegar a acuerdos– comienzan a desplegarse nuevamente sobre el tablero, pero de momento el Rey se reunirá el lunes a mediodía en La Zarzuela con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, para estudiar qué camino seguir. El mismo lunes el Rey mantendrá una audiencia en La Zarzuela con la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, para entregarle la memoria anual de la Fiscalía que se presentará el martes en la apertura del año judicial, y que el Rey presidirá en el Tribunal Supremo. Don Felipe pronunciará su primer discurso desde el pasado 18 de julio, y también por un tema jurídico, en el acto de entrega de Despachos a la 66ª Promoción de la Carrera Judicial.

A mitad de semana, el Monarca volverá a pronunciar un discurso, ya que, junto con Doña Letizia, presidirá un acto conmemorativo por el centenario del nacimiento del Nobel de Literatura, Camilo José Cela. Después de las intervenciones de Víctor García de la Concha, del hijo del fallecido escritor, Camilo José García Conde, y el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, Felipe VI cerrará el acto con sus palabras. El jueves, la «pompa» diplomática vuelve al Palacio Real: el Rey recibirá las Cartas Credenciales de seis embajadores: de Argentina, Azerbaiyán, Bolivia, Guatemala, Ucrania y Mongolia. Cumpliendo con el vistoso protocolo, desde el Palacio de Santa Cruz (sede del Ministerio de Asuntos Exteriores) hasta el Palacio de Oriente, los embajadores se desplazarán en carroza, como marca la tradición.

La Reina cerrará la semana con dos audiencias también en La Zarzuela, con la Alianza Iberoamericana de Enfermedades Raras o Poco Frecuentes (Aliber) y con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), y la última correrá a cuenta del Jefe del Estado, quien recibirá a la última promoción de ingreso en la carrera fiscal. El viernes es 9 de septiembre, o lo que es lo mismo, el inicio de la campaña electoral de las elecciones vascas y gallegas, que tendrán lugar el día 25. Con este calendario político, lo más probable es que Don Felipe abra una ronda de consultas desde esta fecha hasta la última semana del mes, en que viajará a Cartagena de Indias (Colombia), con motivo del XXV aniversario de la Cumbre Iberoamericana, una semana antes de que venga el plazo de dos meses del que disponen los candidatos para intentar formar gobierno antes de disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones.

También podría ser que el Monarca opte por no convocar nuevamente una ronda de consultas, un escenario que desde la Casa del Rey no se descarta –sería la quinta tres los comicios de diciembre y de junio– hasta constatar de que cualquiera de los candidatos a La Moncloa cuentan con el apoyo necesario como para evitar otra investidura fallida, ya que sería la tercera en la historia de la democracia de nuestro país, desde la del candidato socialista, Pedro Sánchez, tras el 20-D, y la del líder del PP, Mariano Rajoy, ayer después del 26-J.

El Jefe del Estado siguió desde La Zarzuela el debate de investidura, para constatar que el candidato que propuso, Mariano Rajoy, no contó con el apoyo de la Cámara. Según establece la Constitución, y según el criterio que ha seguido en las anteriores ocasiones, el Jefe del Estado podría proponer a Pedro Sánchez, ciñéndose al precepto de que encabeza la segunda lista más votada, pero también cabe la posibilidad de que se decante nuevamente por Rajoy si ve que cuenta con más apoyos por formar gobierno o incluso, según explicaron expertos constitucionalistas a este periódico, que no se decante por ninguno.