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El Rey no tiene que abdicar

El soberanismo y la crisis desaconsejan abrir un debate estéril. Los antimonárquicos se aprovechan de la delicada situación

El monarca, en una imagen reciente
El monarca, en una imagen recientelarazon

Hay algo innegable en el Reinado de Don Juan Carlos, y es que ha cumplido con lo que la Constitución le exige como Jefe de Estado: garantizar la estabilidad del país. Y la Monarquía ha conseguido así lo que no ha podido ninguna de las dos Repúblicas españolas

Hay algo innegable en el Reinado de Don Juan Carlos, y es que ha cumplido con lo que la Constitución le exige como Jefe de Estado: garantizar la estabilidad del país. Y la Monarquía ha conseguido así lo que no ha podido ninguna de las dos Repúblicas españolas. Por otro lado, en este momento en que la crisis nos afecta a todos los niveles, la jefatura del Estado puede fortalecer al país. No existen motivos por los que debamos cuestionarlo todo, ahora que la imagen de las instituciones está tan debilitada. Sería el colmo cuestionar la figura del Rey, que ha proporcionado al Estado una innegable estabilidad desde la llegada de la democracia a España.

1 SIMBOLIZA LA UNIDAD

El Rey simboliza la unidad de todos los españoles, plasmada en la Constitución de la concordia de 1978.

2 APORTA ESTABILIDAD

La crisis económica, social y política que asola el país no aconseja la abdicación del Rey. Porque la figura del Monarca representa la estabilidad de España y un cambio en la jefatura del Estado no procede en este momento tan convulso que sacude a España.

3 UNA FIGURA FUERTE

Don Juan Carlos siempre ha demostrado que es un rey a las duras y a las maduras. Ahora más que nunca necesitamos una figura fuerte que nos represente.

4 UN PAPEL DECISIVO

La permanencia de Don Juan Carlos como Rey lo avala la gestión del Monarca en momentos tan delicados como en el golpe de Estado del 23-F.

5 RESPETO

En ocasiones, España ha demostrado que respeta y valora a su Rey por el papel que ha desempeñado durante todos estos años. España es «juancarlista», aunque una abdicación no provocaría una crisis institucional de la Monarquía pues existe el relevo y la esperanza en la persona del Príncipe

6 EL MEJOR EMBAJADOR

La imagen que proyecte España en el extranjero es crucial para nuestra economía, y lo es más aún en estos momentos en que la reciprocidad de inversiones con el resto de los países es nuestra salida principal a la crisis. Por este motivo necesitamos a Don Juan Carlos, sin duda el mejor embajador del que disponemos.

7 SIN COMPARACIÓN

El hecho de que la reina Beatriz de Holanda haya abdicado no significa que Don Juan Carlos tenga que hacerlo. Son dos conceptos de monarquías muy diferentes. Y aquí hay que parafrasear a Ortega: «Yo soy yo y mis circunstancias». En Holanda la abdicación se debe a que la reina tiene que cuidar a su segundo hijo. No existe comparación entre la situación de ambas monarquías.

8 SU VOLUNTAD

Hay que respetar la decisión de un Rey al que España le debe haber traído la democracia y que quiere seguir representando a la España constitucional en la que vivimos.

9 EL «CASO NÓOS»

El Rey no debe abandonar el trono, propiciando una imagen que ahora no le haría justicia por el «caso Nóos». Sobre todo cuando es un escándalo de corrupción que no le salpica a él hasta que se demuestre lo contrario.

10 PERJUDICIAL

Si el Jefe del Estado abdicase, este gesto sería muy perjudicial para nuestro país, que necesita estabilidad y unidad. Y esto es algo que sólo puede darlo Don Juan Carlos. Al menos en nuestros días.