«En agosto de 2008, comimos Balta y yo, preparando lo de la “Gürtel”»

El ex comisario jubilado, el ex juez y la cúpula policial de Rubalcaba «cocinaron» la investigación.

Nueva entrega de las grabaciones a fiscales, políticos, periodistas y empresarios que el ex comisario José Manuel Villarejo registró durante 25 años con un micrófono espía. En esta ocasión se trata de otro capítulo de la reunión en el restaurante Rianxo de Madrid del año 2009 en la que participaron el juez Baltasar Garzón y la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, además de altos mandos policiales. Las grabaciones corresponden a un momento en que Garzón y Delgado ya se habían ido del local. En la conversación con los policías que quedaban en el restaurante, Villarejo cuenta que quedó con Garzón unos meses antes, en 2008, para departir sobre la investigación de la «trama Gürtel», justo la víspera de que el magistrado admitiera a trámite el caso.

Según publica Moncloa.com, los otros comensales eran el comisario Gabriel Fuentes, Juan Antonio González, entonces comisario general de Información y José Luis Olivera, jefe en esa época de la UDEF (Unidad de Delitos Económicos y Fiscales). Estos dos últimos pasan por ser quienes desvelaron la trama de corrupción ligada al PP que se conocería como «Gürtel».

Villarejo se lo cuenta en los aseos del restaurante al comisario Gabriel Fuentes y alardea de tener una magnífica relación con Garzón, de quien asegura que le dice: «Yo de ti, no sé por qué, pero me fío, coño, porque eres un profesional, cojones, tú curras y tal cual, no tienes ná, te pasa como al Gordo [Enrique García Castaño], no tenéis sentimientos». Y continúa: «Además da gusto trabajar contigo, coño, porque tal, porque tú eres un tío y tal y cual».

El comisario sigue presumiendo de su sintonía con Garzón: «Porque [Garzón] me dijo: “Me dice mucho Alfredo, Alfredo me dice, fíate de él”. Y me dice “porque tu amigo Alfredo”. Yo no conozco a Alfredo. Y dice: “¿Serás hijo de puta? ¡Esto no te lo perdono!». ¡Yo no le conozco! Y él: “Así me gusta, así me gusta, que lo niegues...».

En otra de las grabaciones el comisario confiesa cómo Ángel Olivares, hoy secretario de Estado de Defensa, le pedía que pinchara «el canuto» cuando José María Aznar, entonces presidente de Castilla y León, se reunía con empresarios para intentar «cazarlo» y a cambio recibía «una bolsa de El Corte Inglés con la pasta en crudo».

Villarejo y Fuentes hablan también de Juan Cotino, ex director de la Policía y por entonces vicepresidente valenciano. Le atribuyen diversas virtudes, entre las que alaban su supuesto desinterés por el dinero, la riqueza y el prestigio personal. En ese momento, Villarejo señala que el «único matiz problemático» de Cotino es su condición sexual: «Es maricón».

LA CONVERSACIÓN

Villarejo: «Tú, como has ido a tu aire, pero a ti te entiendo. Preparando lo de la Günten (sic) en 2008, en agosto estuvimos comiendo Juan Antonio, el “Oli” y yo, estuvimos los tres, estuvimos comiendo...».

Gabriel Fuentes: (ininteligible).

Villarejo: «No, no, en el 2008, comimos “Balta”, Juan Antonio, el “Oli” y yo, preparando lo de la “Gürtel”, en agosto, o sea, justo cuando al día siguiente admitía él el tema y tal y cual. Y estábamos haciendo así y tal y tal y entonces me dijo Juan Antonio, «muy importante que tú le cuentes todo el tema de (ininteligible) al juez, porque es muy importante, porque ahora mismo es un hombre muy importante para este país, no sé qué y cual”. Y le digo, macho a mí no me cuentes nada, que yo siempre me ha caído de puta madre, qué quieres y tal. (...) Y, entonces, en un aparte y no sé qué me dijo, “Balta” me dijo, “yo de ti, no se por qué, pero me fío, coño, porque eres un profesional, cojones, tú curras y tal, cual, no tienes ná, te pasa como al Gordo, no tenéis sentimientos”» (...).

Villarejo [sigue presumiendo ante Fuentes de su sintonía con Garzón]: «Porque [Garzón] me dijo: “Me dice mucho Alfredo, Alfredo me dice, fíate de él”. Y me dice “porque tu amigo Alfredo”. Yo no conozco a Alfredo. Y dice: “¿Serás hijo de puta? ¡Esto no te lo perdono!”. ¡Yo no le conozco! Y él: “Así me gusta, así me gusta, que lo niegues...”».