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ERC pide la cabeza de Duran para forzar una crisis en CiU

Unió pide ahora disculpas por el «caso Pallerols», cuyo origen «desconocía»

La Razón
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El «caso Pallerols» sobre supuesta financiación irregular de Unió Democrática sirvió ayer a ERC para pedir la dimisión de su líder, Josep Antoni Duran Lleida, porque éste se comprometió hace unos años a dejar el cargo si se demostraba la corrupción de la dirección del partido. Los republicanos se agarraron a las antiguas palabras de Duran para forzar una crisis en CiU con el propósito de librarse del líder democristiano, uno de los grandes escollos en el camino hacia la independencia que impulsan los republicanos.

La petición de ERC se produjo después de que Unió aceptara devolver a la Generalitat 388.483 euros para finiquitar el «caso Pallerols». Los democristianos, que recibieron críticas unánimes por parte de sus adversarios, convocaron ayer a los medios de comunicación para subrayar que la Justicia no les ha impuesto ninguna responsabilidad penal.

La portavoz de Unió, Marta Llorens, subrayó que, con la excepción de los acusados (todos ellos apartados), la dirección del partido ignoraba el origen ilícito de las cantidades desviadas de subvenciones públicas a cuentas manejadas por Unió que sirvieron para hacer pagos relacionados con gastos del partido.

Los democristianos quisieron destacar que la propia acusación reconoce que Unió Democràtica ignoraba el origen ilícito de los desvíos y, por tanto, descartaron dimisiones en la cúpula del partido. «Expresamos nuestro respeto escrupuloso por la Justicia, al tiempo que lo pedimos para nuestro partido, así como para algunos dirigentes no condenados que durante 16 años han sufrido una constante agresión a su honrabilidad», manifestó Llorens.

En un comunicado, el partido dirigido por Josep Antoni Duran Lleida subrayó que «nunca otro partido ha hecho lo que Unió hizo y ahora hará en relación a unas acusaciones de financiación irregular». «Abrimos una comisión de investigación con personas externas a Unió y de las conclusiones de ésta se derivó la asunción de responsabilidades políticas como la expulsión de quien había sido el secretario de Organización y la dimisión del presidente del consejo nacional», añadieron los democristianos.

A pesar de no aceptar ninguna responsabilidad de tipo penal porque Unió no ha sido imputada directamente, la formación lamentó la situación generada y pidió «disculpas».

El acuerdo alcanzado entre la acusación y las defensas evitará la celebración del juicio por el caso Pallerols, cuyo origen está en el fraude en ayudas para la formación procedentes de la Unión Europea.

Según el propio fiscal, «algunas de las cantidades desviadas acabaron siendo gestionadas o aprovechadas por terceras personas no acusadas, bien del partido, bien del Departamento de Trabajo, sin que haya resultado acreditado que tuvieran cabal conocimiento de que la aportación que les hacía el acusado Pallerols (Fidel Palleros, el empresario andorrano que pivotó los desvíos de fondos de la Generalitat a Unió) procediera de las subvenciones públicas y fuera fruto de los acuerdos alcanzados entre los acusados».

A este argumento se acogió Unió Democràtica para demostrar que la dirección no estuvo implicada en el caso.