España releva a Holanda en el despliegue de una batería de misiles Patriot en Turquía

España dará mañana el relevo a Holanda en el despliegue de una batería de misiles antiaéreos Patriot en el sur de Turquía, en el marco de una operación de la OTAN para defender el espacio aéreo turco ante posibles ataques de países como Siria o Irak.

España dará mañana el relevo a Holanda en el despliegue de una batería de misiles antiaéreos Patriot en Adana (sur de Turquía), en el marco de una operación de la OTAN para defender el espacio aéreo turco y del resto de la Alianza ante posibles ataques procedentes de países como Siria o Irak.

El relevo se hará, según fuentes diplomáticas, en una ceremonia en la base aérea de Incirlik, situada en la localidad turca de Adana, próxima a la frontera con Siria.

El contingente español, con cerca de 150 efectivos, se encargará durante un año de contribuir a la protección del cielo de Turquía y del resto de las naciones de la OTAN frente a ataques con proyectiles procedentes de terceros países, junto a militares de Alemania y Estados Unidos.

Este conjunto de sistemas de defensa antimisiles están bajo control operacional y mando táctico de Aircom, el mando aéreo de la OTAN emplazado en Ramstein (Alemania).

España completó el pasado 15 de enero el despliegue de su misión con la llegada a Incirlik de algo más de un centenar de militares, que se unieron a otra treintena de efectivos y al sistema de armas y vehículos de la batería antiaérea de misiles que habían llegado a la base cinco días antes.

Según el Ejército de Tierra español, la participación de la unidad Patriot en esta misión internacional supone un hito histórico para la artillería antiaérea española, que nunca había desplegado fuera del territorio nacional defensa antiaérea con capacidad de defensa antimisil, un gesto por el que la Alianza Atlántica ha mostrado su agradecimiento.

La OTAN desplegó en 2013 seis baterías antimisiles de Holanda, Alemania y Estados Unidos para aumentar las capacidades defensivas de Turquía de cara a la defensa de su población ante las amenazas balísticas procedentes del conflicto sirio, principalmente.

En diciembre de 2012 y en respuesta a una petición del Gobierno de Turquía, los países aliados decidieron aumentar las capacidades de defensa de Turquía, la defensa de su población y territorio, así como para contribuir a reducir la escalada de la crisis en su frontera con Siria.

La misión de estas baterías de misiles es puramente defensiva y, según la OTAN, prueba la solidaridad entre los aliados y ejemplifica la defensa colectiva, que considera como la "piedra angular"de la organización.