España, un país más seguro

En mi primera comparecencia en el Congreso como ministro del Interior presenté un ambicioso plan para hacer de España un país más seguro, que abarcaba medidas, entre otras, de lucha contra el terrorismo, contra la delincuencia común, la ciberdelincuencia, el crimen organizado o de seguridad vial. Ahora, cuando se cumplen tres de los cuatro años de Legislatura, los objetivos se están cumpliendo en su totalidad, gracias fundamentalmente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que han conseguido que, en efecto, España sea un país más seguro, un país que entre otras cosas, gracias a los españoles y a sus FCSE, ha vivido con plena normalidad, por ejemplo, la sucesión en la Jefatura del Estado.

Las cifras de delincuencia nos indican que en materia de seguridad el rumbo marcado en enero de 2012 va en la correcta dirección. Lo demuestra la tasa de criminalidad, que en 2011 fue de 48,4 infracciones penales por cada 1.000 habitantes y que ha descendido hasta 44,5 en octubre de 2014. Igualmente, en los diez primeros meses de 2014, si se comparan con el mismo periodo de 2013, las infracciones penales conocidas han descendido un 4,1%.

Junto a estos datos objetivos, la percepción de seguridad es mayor entre los españoles, y significativamente mayor entre los turistas extranjeros, que nos visitan en cifras nunca antes conocidas superando en 2014 los 60 millones de visitantes, que, junto al atractivo paisajístico de nuestro país, valoran para elegirnos como destino, nuestra seguridad.

En el gran objetivo de hacer de España un país más seguro se sitúa también la seguridad vial, cuya Ley, que entró en vigor el pasado 9 de mayo, constituye un mayúsculo impulso. Con la prudencia que nace de que un solo fallecimiento es una tragedia personal, familiar y social incomparable, los datos también nos muestran que estamos en la buena dirección, pues la siniestralidad se reduce en esta Legislatura hasta alcanzar cifras de 1960.

Si a lo largo de esta Legislatura nos hemos ocupado intensamente por la seguridad, no menor ha sido nuestra dedicación por garantizar los derechos y libertades de los españoles. Esta premisa es la que ha llevado a presentar un proyecto plenamente constitucional, profundamente garantista y oportuno, que ha generado críticas políticas, muchas de ellas fruto del desconocimiento de su contenido, como es la Ley Orgánica de la Protección de la Seguridad Ciudadana, recientemente aprobada por el Congreso, que se suma a otras leyes que hemos sacado adelante en la presente Legislatura como son la Ley de Seguridad Privada, la Ley de Personal de la Guardia Civil, la modificación de la Ley de Tráfico, o los Reglamentos de Víctimas, o de los CIES, o proyectos ya en tramitación parlamentaria como la Ley de Sistema Nacional de Protección Civil o de Personal de Policía, entre otras.

Ante el drama de la inmigración irregular, cuestión de Estado y de toda la UE, hemos puesto en marcha medidas, siempre con el máximo respeto a los derechos humanos, en ocasiones con la incomprensión de los que ven el fenómeno desde muy lejos, para garantizar y dar mayor cobertura jurídica al trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Ceuta y Melilla, únicas fronteras europeas en el continente africano.

En la lucha contra el terrorismo, otra de las prioridades de Interior, se han practicado operaciones que han llevado a ETA al estado terminal en que se encuentra en la actualidad. En lo que llevamos de Legislatura se han realizado 33 operaciones con un balance de más de 100 detenidos. No obstante, aún no hemos alcanzado la meta, que es la total disolución de ETA. También frente a la amenaza del terrorismo yihadista se está trabajando sin descanso y se ha logrado que España sea referencia en la comunidad internacional, con 65 detenciones en 23 operaciones en los tres últimos años.

Las víctimas del terrorismo son un eje esencial de nuestra política. Los demócratas les debemos todo, y su reclamación histórica de Memoria, Verdad, Dignidad y Justicia está presente en toda nuestra acción de Gobierno. Por eso, uno de los objetivos más queridos para este Ministerio del Interior es el Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo, proyecto que forma parte del amplio abanico de medidas ya aprobadas que han convertido a España, tal como ha reconocido la ONU, como el país más avanzado del mundo en la protección y apoyo a las víctimas del terrorismo. Hemos acometido estas medidas, además de por compromiso político, porque sencillamente las víctimas, todo un ejemplo ético, se lo merecen por justicia. Con sede en Vitoria, el Centro Memorial será un espacio de homenaje y recuerdo a las víctimas, que ofrecerá el verdadero y único relato de 50 años de violencia terrorista para que nunca más se vuelva a repetir tanta violencia injusta.

Y quiero finalizar homenajeando a todos quienes forman parte de este Ministerio del Interior y trabajan para que España sea cada vez más segura, como son los policías, los guardias civiles, los trabajadores de instituciones penitenciarias y, especialmente, a quienes se han sacrificado, hasta el caso más extremo como es dar la vida por los demás, pues todos recordaremos siempre, además de a los que cayeron víctimas del criminal terrorismo, a la agente Vanessa Lage, a los héroes de Orzán, a los guardias civiles de GREIM de León, de la Agrupación de Tráfico, y a tantos otros.