Navarra

ETA vuelve a condicionar el desarme a una negociación con el gobierno

La Razón
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El que fuera jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, "Txeroki", dijo hoy en París que la organización terrorista "lamenta los daños causados"a las víctimas de atentados que "no tenían que ver con el conflicto".

Un auténtico jarro de agua fría para los que auguraban, desde distintos sectores políticos, un «gesto» de ETA hacia el desarme incondicional. El que fuera jefe del llamado «aparato militar», Garikoitz Azpiazu Rubina, «Txeroki», dio lectura ayer, ante en el Tribunal de París que le juzga junto con otros terroristas por un intento de atentado en España, a un comunicado de la banda en el que se reitera que dicho desarme pasa por una negociación con el Gobierno español y el cumplimiento de una serie de condiciones.

En la declaración, leída en francés, en la que asumió la pertenencia a la organización criminal de todos los acusados ( Aitzol Iriondo Yarza, Jurdan Martitegui Lizaso, Mikel Carrera Sarobe, Oihan Barandalla Goñi, Alaitz Aramendi Jaunarena, Ander Múgica Andonegi, Luis Ignacio Iruretagoyena Lanz, Aitzol Echaburu Arteche Itziar Plaza Fernández y el propio «Txeroki»), señaló que estaban ante el tribunal como «rehenes políticos» y justificó los asesinatos y demás atentados cometidos en la lucha «por la libertad de nuestro país».

Aunque «Txeroki» trató de adornar el mensaje de la banda de alegatos a la paz con citas, incluso, de dirigentes europeos que siempre se han ajustado a las reglas de la democracia para sus actuaciones (lo que nunca ha hecho ETA), reiteró lo que la banda viene reclamando desde que anunció el supuesto «cese armado definitivo», en octubre de 2011: una negociación con los gobiernos español y francés en el que se aborden las «formas y plazos para la vuelta a casa de todos los presos y los refugiados»; «pasos y plazos para la desmilitarización del País Vasco, la adaptación de las Fuerzas Armadas en el País Vasco en el fin del conflicto armado» (la salida de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos del País Vasco y Navarra). A cambio, los pistoleros ofrecen un «desarme, el desmantelamiento de sus fuerzas y la desmovilización de sus miembros». Es decir, que sin negociación, no hay «desarme» y, en ningún caso, disolución de la organización terrorista.

Por lo tanto, según expertos consultados por LA RAZÓN, ninguna novedad. Además, el comunicado se conoce cuando los llamados «verificadores» se encuentran en el País Vasco y mantienen entrevistas con representantes de algunos partidos políticos y otras organizaciones. Se desconoce, después de lo leído por «Txeroki», qué es lo que pueden ofrecer estas personas que pretenden presentarse como parte de la «intermediación» entre la banda y el Gobierno, cuando los hechos demuestran de qué lado están. El Ministerio del Interior calificó el comunicado de la banda de «propaganda» de cara al congreso de Sortu que tiene lugar este fin de semana en Pamplona.

En un ejercicio de auténtico cinismo, según las fuentes consultadas, ETA dijo lamentar los daños que haya podido causar a las personas «sin responsabilidad en el conflicto» (se excluye, por lo tanto, a los miembros de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos, partidos políticos, periodistas y, en general, todos los que fueron asesinados por su «culpabilidad» en el «conflicto»). En concreto, se refería a una familia de Orio (Guipúzcoa) que permaneció secuestrada durante tres días y a la que robaron el vehículo con el que intentaron atentar contra un centro turístico del litoral mediterráneo español.

«En el comunicado leído por «Txeroki», la banda hace un llamamiento a Francia para que se siente a la mesa de negociaciones y asegura que van a «invertir el mismo coraje y determinación que nos han llevado a enfrentarnos al enemigo a la hora de negociar para la llevar la resolución del proceso a su final». ETA, que sistemáticamente ha mentido cuando ha ofrecido negociaciones y el final de las actividades terroristas, dice ahora que su «compromiso es real» y que «no hay ningún truco».