Ministerio de Asuntos Exteriores

Exteriores protesta por el acoso inglés a un buque en el Peñón

La Royal Navy lanzó dos bengalas para intimidar a los investigadores españoles

Sobre estas líneas, el buque oceanográfico «Ángeles Alvariño», en la zona donde ocurrieron los hechos. En la imágen una lancha británica ha lanzado una bengala.
Sobre estas líneas, el buque oceanográfico «Ángeles Alvariño», en la zona donde ocurrieron los hechos. En la imágen una lancha británica ha lanzado una bengala.larazon

Nuevo percance con la Marina británica en Gibraltar a cuenta de las aguas jurisdiccionales españolas, que Reino Unido no reconoce como tales pese a lo estipulado en el Tratado de Utrecht (1713), que sólo contempla la soberanía británica para las situadas en torno al puerto gibraltareño.

Nuevo percance con la Marina británica en Gibraltar a cuenta de las aguas jurisdiccionales españolas, que Reino Unido no reconoce como tales pese a lo estipulado en el Tratado de Utrecht (1713), que sólo contempla la soberanía británica para las situadas en torno al puerto gibraltareño. El protagonista esta vez ha sido el buque oceanográfico «Ángeles Alvariño», que se encuentra desde el viernes en la Bahía de Algeciras dentro de la campaña científica RIGEL_1116 –de una semana de duración– cuyo objetivo estudiar la geología y el hábitat submarino del Cañón de Algeciras, en pleno Estrecho de Gibraltar.

La nave ha sido hostigada durante cuatro días, hasta ayer mismo, según fuentes del Instituto Oceanográfico Español (IEO) al que pertenece la embarcación, dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Sin embargo, el incidente de mayor tensión se produjo el viernes, cuando el «HMS Sabre» de la Marina británica disparó dos bengalas a modo de advertencia después de intentar establecer comunicación por radio con el «Ángeles Alvariño», que abandonó la zona tras el suceso, si bien pudo culminar el programa de trabajo previsto.

Ayer por la mañana, la embarcación científica, cuya tripulación está formada íntegramente por personal civil dedicado a la investigación, avistó «en aguas indiscutiblemente españolas» barcos y patrulleras gibraltareñas que, esta vez, «se quedaron lejos» observando cómo el «Ángeles Alvariño» salía a mar abierto dando por zanjada su tarea de muestreo en «zona conflictiva», según el IEO.

Por su parte, la Royal Navy sostiene que tuvo que «cursar varias advertencias» al buque oceanográfico porque, a su juicio, había penetrado en aguas territoriales británicas, según publicó el diario «Área» del Campo de Gibraltar. El ministro principal del Peñón, Fabián Picardo, señaló que había estado en contacto con el comandante de las fuerzas británicas, Mike Walliker, por la presencia del barco español. «He discutido todas las decisiones tácticas tomadas y estoy satisfecho de que las decisiones hayan sido delineadas para demostrar la soberanía ilimitada y el control sobre las aguas territoriales británicas de Gibraltar», declaró Picardo.

El propio Ministerio de Defensa británico ha considerado que la presencia del «Ángeles Alvariño» en unas aguas que Londres reivindica como propias constituye una «incursión ilegal en las aguas territoriales británicas de Gibraltar» y ha anunciado que presentará una protesta formal ante el Gobierno español.

El nuevo episodio de acoso británico ha causado la reacción por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores español, que ayer ultimaba una nota verbal –el escrito oficial más común por la vía diplomática– para expresar su protesta ante Londres.

El investigador Víctor Díaz del Río informó el domingo del desencuentro en su cuenta de Twitter. «La Royal Navy, la policía colonial de Gibraltar, acosa al Ángeles Alvariño del IEO en aguas de España», denunció en un primer tuit. En otros mensajes acompañó su protesta con fotos y vídeos en los que se apreciaba cómo una lancha de la Armada inglesa acosaba a un buque científico. Fuentes del IEO señalaron que se trata de un acto de presión semejante ocurrido en una campaña anterior contra un buque gemelo del «Ángeles Alvariño», el «Ramón Margalef».