Madrid
Granados recibe en prisión la visita de sus familiares y de su abogado
Como cualquier otro inquilino del módulo de Ingresos de la prisión de Madrid VII-Estremera, Francisco Granados se está amoldando a la rutina carcelaria. De momento, ya ha ejercido uno de los derechos con los que cuenta en el módulo. Casado y con dos hijas de 15 y 18 años, el ex alcalde de Valdemoro recibió ayer la visita de sus familiares en la primera toma de contacto con ellos desde que entró en prisión. Del mismo modo, también recibió la visita de su abogado. Hay que tener en cuenta que el detenido cuenta con un máximo de diez llamadas telefónicas que va a poder realizar durante los próximos siete días y que, en principio, sólo podrían estar dirigidas a su representante legal.
Granados ha tenido que seguir el protocolo que todo preso ha de cumplir cuando entra en el módulo de Ingresos de Estremera. Tras ser trasladado desde la prisión de Valdemoro –en la que se encontraba hasta el pasado sábado– hasta su nueva cárcel, fue «fichado» a través de su huella dactilar y una fotografía, dejó sus pertenencias y fue trasladado al módulo. Los nuevos inquilinos son recibidos allí por los internos de apoyo, que son a su vez los encargados de entregar al preso una almohada, una manta y una sábana, y de conducirle a la celda asignada.
Sus horarios son estrictos: la mañana comienza a las 8:00 horas, momento en el que tiene que abandonar su celda y dirigirse con el resto de reclusos para ir a desayunar, mientras que la cena comienza entre las 20:00 y las 21:00 horas. El tiempo libre con el que cuentan es amplio, pero, en principio, no tiene acceso al polideportivo y al resto de actividades disponibles en la prisión; simplemente al patio. El motivo es que Ingresos constituye un módulo de paso para los reclusos, a la espera de ingresar en otro más específico. Así, según fuentes penitenciarias, es posible que a principios de esta semana Granados sea trasladado. ¿Su destino? Dependerá de lo que los psicólogos consideren más oportuno tras entrevistarse con él.
Por otro lado, todos los reos de Ingresos están obligados a contar con la compañía permanente de un interno de apoyo. Se trata de una medida rutinaria, con la que se quiere evitar cualquier tipo de reacción adversa por parte del nuevo recluso. No hay que confundir esta medida con el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS), mucho más estricto. Según ha podido saber LA RAZÓN, Granados no está sometido a dicho protocolo, pero sí otro de los trasladados a prisión el pasado sábado. Si bien el nombre no ha sido confirmado, sólo existen dos posibilidades: su socio David Marjaliza, que se encuentra en el centro penitenciario de Aranjuez, y el presidente de la Diputación de León Marcos Martínez, que está actualmente en la cárcel de Navalcarnero.
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