Griñán se va de la Junta, pero su asesor se queda

El presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, hará oficial el próximo martes el final de su mandato en cabeza de la Junta por razones «políticas y personales». Sin embargo, el mismo día, el PSOE ha convocado a la Comisión Ejecutiva Regional del Partido, encargada de nombrar senadores, para que el líder andaluz pueda ocupar un puesto en la Cámara Alta, lo cual le permitiría beneficiarse del aforamiento y de la inmunidad que éste trae consigo. De este modo, si la jueza Mercedes Alaya decidiese imputarle por una posible relación con los casos de corrupción de los ERE falsos, sería el Tribunal Superior de Jusitica de Andalucía el encargado de juzgarlo.

Griñán dejará huérfano al Gobierno andaluz del PSOE-A e IULV-CA, pero por poco tiempo. Su sucesora, la aún consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, tomará posesión el próximo 7 de septiembre y se convertirá en buque insignia de un «nuevo tiempo» que se abre sin estridencias. Antes, si se cumple el guión, Díaz será elegida el jueves por el Comité Director del PSOE-A. Después, los días 4 y 5, tendrá lugar el debate de investidura.

Según han señalado fuentes cercanas a Susana Díaz, ésta buscará realizar una regeneración en su partido que permita un alejamiento del caso de corrupción de los ERE. Sin embargo, además de los tres consejeros de IULV-CA –Diego Valderas, Elena Cortés y Rafael Rodríguez–, se mantendrá en puestos de control interno el actual titular de la Secretaría General de la Presidencia, Máximo Díaz-Cano del Rey, que se incorporó a comienzos de la legislatura y se ha convertido en «un pilar importante» para el presidente y para «la casa».