Caso Nóos
Hacienda atribuye a Diego Torres la «autoría intelectual» de Nóos
Sostiene que la función de Urdangarín era «institucional y comercial». Cifra en 8 millones el importe de las facturas cruzadas en el conglomerado
La Agencia Tributaria señala a Iñaki Urdangarín y Diego Torres como los «únicos responsables» del Instituto Nóos y su conglomerado de empresas, pero atribuye al ex socio del duque de Palma «la autoría intelectual» de los proyectos y un papel «institucional y comercial» al yerno del Rey. En un voluminoso informe remitido al juez José Castro, instructor del «caso Nóos», los inspectores concluyen que los dos ex socios ejercían un «dominio efectivo y absoluto» sobre el grupo de empresas investigadas, con las que «urdieron una maraña de facturación» para, en sus propias palabras, «distribuir» los beneficios de Nóos. De hecho, la Agencia Tributaria ha identificado 425 facturas cruzadas entre las distintas sociedades entre los años 2004 y 2008 que suman 8.056.793 euros. De esta forma, explica, y dado que el Instituto Nóos, como asociación sin ánimo de lucro, «carecía de la posibilidad legal de repartir beneficios», se «drenaron» los recursos generados «hacia el respectivo patrimonio de ambos socios».
Hacienda sostiene que, aunque el reparto de beneficios establecido entre ambos era del 50 por ciento, «en la práctica no se cumplió» pues Torres «se apropió de un mayor porcentaje», ya que en esos cinco años obtuvo 3.452.934 euros, un 27 por ciento más que Urdangarín (738.885 euros), que ingresó 2.714.049 euros.
El «negocio» de Nóos –hace hincapié el documento tributario– fue «indiscutiblemente ideado y organizado» por Torres y Urdangarín. El primero ejercía las tareas de «dirección de la estructura y los recursos disponibles» al encargarse «personalmente de allegar los medios materiales y personales necesarios para poder prestar los servicios proyectados». Pero, en toco caso, el ejercicio de actividades económicas y la obtención de un beneficio «no han sido nunca un medio para alcanzar otros objetivos, sino el objetivo en sí mismo», destaca.
Una parte fundamental de esos servicios se dirigía a instituciones públicas (sobre todo entre 2003 y finales de 2006), cuando se habría utilizado «abiertamente para la elusión de los requisitos exigidos por la normativa para contratar con las administraciones», según Hacienda. En marzo de 2006, cuando el duque de Palma abandona formalmente el Instituto Nóos, por indicación de la Casa del Rey, se produce la «aparente» separación de los dos socios, pues, dice la Agencia Tributaria, «se ha comprobado que ambos prosiguieron al menos dos años más con su actividad conjunta». Y es que para los inspectores de Hacienda «es un hecho sobradamente acreditado que hasta 2008» el duque de Palma «prosiguió interviniendo activamente en favor de los proyectos en curso de Nóos» e incluso, añade, «en el diseño o venta de nuevos productos y eventos».
Separación «aparente»
A partir de ese momento, explica Hacienda, los socios se repartieron la «cartera de clientes» teniendo en cuenta «los condicionantes impuestos» a Urdangarín (que no siguiera contratando con administraciones públicas), a quien a partir de entonces «se asignaron en exclusiva determinados clientes privados de Nóos» (facturando a través de Aizoon, la empresa que comparte al 50% con la Infanta). Mientras, Torres se quedó fundamentalmente «con el beneficio reportado por las actividades convenidas con entes públicos»
Tras el minucioso análisis de la facturación, el informe subraya la existencia de conceptos «extremadamente genéricos o imprecisos» y destaca que la mayoría de los comprobantes «tienen importes "redondos"». Del mismo modo, Hacienda ha verificado la existencia de «duplicidades» respecto a proveedores, «incongruencias», de «casos notorios de inexistencia del servicio pretendidamente prestado» e incluso «de falsificación material» de facturas. Igualmente, la Agencia Tributaria confirma que un «considerable número de personas» que figuraba en nómina de alguna de las empresas «en realidad no prestaron ningún servicio». El objetivo de ese frecuente trasvase de empleados era aumentar los gastos deducibles «y la disminución de la base imponible».
El ex socio del duque volverá a declarar en julio por delito fiscal
El informe de Hacienda ha acarreado la imputación por parte del juez Castro de un delito fiscal a Diego Torres por un supuesto fraude en la declaración de la renta de 2007. Por este motivo, el magistrado ha citado de nuevo a declarar el próximo 3 de julio al ex socio de Urdangarín. En cuanto al duque de Palma, y dado que no se produce ninguna nueva imputación de carácter tributario más allá del supuesto fraude en las declaraciones del IRPF de 2007 y 2008, por las que ya compareció el pasado 23 de febrero, el juez deja en sus manos la posibilidad de comparecer de nuevo. Hacienda sí descarta que ambos ex socios hayan cometido fraude fiscal en el Impuesto sobre el Patrimonio de 2007, al no superar las cuotas que no se ingresaron los 120.000 euros que marca la existencia de delito.
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