Ciencia y Tecnología
Hispasat sube la tecnología española al zepelín estratosférico de Thales
Probará aplicaciones 4G/5G en un prototipo del “Stratobus”, un pseudo-satélite a 20 kilómetros de altitud
El “Stratobus” es un zepelín mitad dron, mitad satélite. Técnicamente se le denomina pseudo-satélite de alta altitud (HAPS, por sus siglas en inglés) y básicamente es una plataforma que combina capacidades de ambos mundos y con aplicaciones en diversos campos, entre los que destacan la vigilancia y las telecomunicaciones. Este ingenio de Thales Alenia Space, que busca explotar ese hueco que hay entre ambas tecnologías, fue presentado el pasado mes de julio y ahora el operador español de telecomunicaciones Hispasat ha decidido embarcarse en este proyecto con la vista puesta en sus aplicaciones 4G/5G.
Por un lado está el citado “Stratobus”, con el que Thales quiere hacer más sencillas y baratas las misiones de observación y comunicaciones. Se trata de un zepelín de siete toneladas y 115 metros de largo (como el Bernabéu) capaz de situarse en una posición fija a 20 kilómetros de altitud. Hasta allí -por encima de los vuelos comerciales y de las corrientes de chorro- puede llevar una carga útil de 250 kg. Entre sus ventajas destaca su facilidad para el despliegue, durabilidad (hasta 10 años), autonomía y la posibilidad de reconfigurarse para diferentes tareas. Además, es capaz de contrarrestar vientos de hasta 80 km/h y cubre un horizonte terrestre de hasta 500 kilómetros.
Y es esa gran capacidad de carga útil la que habilita a este “globo” para diferentes tareas. La observación es uno de sus puntos fuertes y es capaz de obtener imágenes de muy alta resolución abarcando un área de hasta 800.000 metros cuadrados. Por ello, junto a los instrumentos ópticos y sensores, es capaz de trabajar tanto de día como de noche en tareas de vigilancia marítima o fronteriza, reconocimiento de objetivos o monitorización medioambiental y urbanística. Si bien la cobertura de este zepelín es regional, puede complementarse con otros satélites.
Pero es en sus aplicaciones en el mundo de las telecomunicaciones en la que Hispasat quiere sacarle el jugo. Y es que, una de las curiosidades de “Stratobus” es que “permite reducir los puntos ciegos de cobertura, aumentar el ancho de banda y reducir el retardo de la señal respecto a las soluciones satelitales”, explican desde la compañía. Es decir, el zepelín podría situarse sobre un determinado lugar en el que no haya cobertura móvil y hacer de repetidor para, por ejemplo, que los asistentes a un festival de música en el desierto puedan usar el teléfono.
De momento, “Stratobus” es una idea que comienza a hacerse realidad. El primer demostrador a escala (de 40 metros de largo) no llegará hasta el primer trimestre de 2019 y el primer prototipo de vuelo real no lo hará hasta comienzos de 2022. Poco después comenzará su comercialización.
Pero Hispasat no quiere esperar tanto y ha decidido ir probando (a partir de octubre) como funcionaría su tecnología en un globo estratosférico. Por ello, hasta que Thales no disponga de su zepelín a escala, usará un globo de la compañía española “Zero 2 Infinity” para probar aplicaciones 4G/5G basadas en comunicaciones directas entre teléfonos inteligentes y estos pseudo-satélites. Uno de los motivos por el que han decidido subirse al “Stratobus” es porque aporta “flexibilidad y agilidad, permitiendo cubrir necesidades de comunicación y conectividad de forma inmediata”, según Carlos Espinós, consejero delegado de Hispasat.
Según el consejero delegado de Thales Alenia Space, Jean Löic Galle, “su posición en la estratosfera a 20 kilómetros es óptima para telecomunicaciones 4G y 5G, ya que permite enviar la señal directamente al móvil del usuario en apenas milisegundos”
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