Elecciones 24-M

«Iba a dejar la política e ir a vivir a Panamá con mi familia»

A la izquierda, el político centroamericano Javier Martínez-Acha, amigo del socialista Antonio Hernando, que aparece sentado con camisa blanca
A la izquierda, el político centroamericano Javier Martínez-Acha, amigo del socialista Antonio Hernando, que aparece sentado con camisa blancalarazon

La información publicada ayer por este diario en la que se apuntaba que el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, presentó, mientras era diputado en 2014, un proyecto para llevar la campaña del Partido Revolucionario Democrático (PRD) en las elecciones de Panamá no ha sentado nada bien en el seno del partido. Fuentes del PSOE se pusieron ayer en contacto con LA RAZÓN para aclarar que Hernando no realizó ninguna labor de asesoría y que, por tanto, no cobró remuneración alguna por dicha función. Según estas mismas fuentes, el portavoz socialista en el Congreso viajó asiduamente durante ese periodo a Panamá por motivos exclusivamente familiares, debido a que su hija de 5 años residía en el citado país. Razón por la cual «presentó un proyecto para irse a trabajar allí». El objetivo de Hernando era, según el entorno del diputado, trasladarse a Panamá con su familia y establecer allí su residencia. Un plan que nunca se materializó, por lo que el proyecto nunca se concretó.

«Jamás me pagaron ni un billete ni una cena», señaló el parlamentario a La Sexta. Hernando barajó en aquel momento dejar la política y por eso ofreció sus servicios como asesor al PRD. «Iba a abandonar el Congreso, a dejar la política e ir a vivir a Panamá», destacó. Con la intención de trasladar su residencia al citado país, el portavoz socialista pensó que «asesorar al Partido Revolucionario Panameño en la campaña electoral podía ser una salida a la necesidad de actividad laboral» que se presentaba en el país de destino. No obstante, la propuesta de trabajo de Hernando no fue aceptada por el PRD, de ahí que la asesoría no llegara a realizarse.

El portavoz parlamentario tachó de «injusticia soberana» que se compare su «oferta» con los casos de Federico Trillo o Agustín Conde y defendió la dedicación exclusiva de los diputados, a excepción de la publicación de artículos o la docencia, señalando que los tres parlamentarios socialistas que aún mantenían sus actividades complementarias ya han renunciado a ellas.