Pedro Sánchez
Iceta: «No quiero romper con el PSOE pero el PSC votará ‘‘no’’ a Rajoy»
En una semana se disputará con Nuria Parlón seguir al frente de los socialistas catalanes. Se ha convertido en el eco del dimitido Sánchez en su «no» a Rajoy y advierte de que los socialistas catalanes romperán la disciplina de voto
En una semana se disputará con Nuria Parlón seguir al frente de los socialistas catalanes. Se ha convertido en el eco del dimitido Sánchez en su «no» a Rajoy y advierte de que los socialistas catalanes romperán la disciplina de voto
«Sanchista» declarado, se siente «avergonzado» de la imagen que dieron los socialistas en el Comité Federal. Defiende que el giro a la abstención debe sonsultarse a la militancia y que Cataluña «es una nación y España una nación de naciones».
-Gestora, primarias y referéndum... ¿tiene usted mucho trabajo?
-La verdad es que sí. Cataluña, lío independentista acelerado con fecha del referéndum, que lógicamente será ilegal. España, inestabilidad e incertidumbre, y PSOE crisis profunda. No es un momento fácil.
-¿Cómo se sintió en el Comité Federal?
-(Segundos de silencio) Triste y avergonzado.
-Se le vio a usted hablando mucho con Susana Díaz en Ferraz...
-Hablé mucho con Susana Díaz, Javier Fernández o Guillermo Fernández Vara y con mucha gente más sobre cuál podía ser la solución. Resultaba muy difícil porque había una mayoría decidida a destituir a Pedro Sánchez. ¿Cómo? Eso era confuso, pero querían destituirlo porque consideraban que no era correcto el rumbo del partido. El desencuentro era profundo y eso fue evidente cuando dimitió la mitad de la ejecutiva. No se calibró el impacto, dentro y fuera del partido, de la destitución de un líder elegido por primarias. Tampoco se calibraron las consecuencias. El PSOE hoy parece más débil, más dividido, con dificultades para hacer oír su voz y para ajustarse a una nueva realidad política, más adversa todavía de la que teníamos.
-Usted estuvo con José Borrell, también fue elegido en primarias, y no se llegó a esta situación
-Fue distinto. Josep Borrell no era secretario general, era candidato a la Presidencia del Gobierno. Ahora hablamos de un secretario general elegido en primarias y que, de repente, deja de serlo porque dimite la mitad de su ejecutiva y porque un Comité Federal deja de apoyarlo. Pedro Sánchez hizo bien dimitiendo cuando no se apoyó ni su iniciativa política de convocar un congreso ni de intentar una mayoría alternativa.
-¿Fue un error enfrentar militantes con los cuadros democráticamente elegidos?
-Esa imagen no me gustó, pero fue una reacción de indignación ante la actitud de las estructuras del partido de obstaculizar la línea política, y forzar la dimisión, de un secretario general, legitimado por las bases. Ahora, si el PSOE decide cambiar su posición de oponerse a la investidura de Rajoy, debe hacerlo a través de una consulta, asociando a los militantes a esta decisión. No hacerlo producirá la peor de las divisiones. No entre sectores o corrientes de opinión, sino entre la dirección y un amplio sector de la militancia. En Cataluña, este sector es amplísimo, mayoritario. En el conjunto del PSOE, creo que también. La gente hace una pregunta muy sencilla. ¿Si fue consultada la militancia sobre un acuerdo con Ciudadanos que no llevaba a una investidura, cómo no se va a consultar un acuerdo con el PP que sí lleva a una investidura? No veo motivos para cambiar nuestro voto. Visto desde Cataluña todavía más. Aquí nos invitan a un choque de trenes. La locomotora del independentismo frente a la locomotora del PP, que no está propiciando ningún tipo de diálogo que permita reconducir la situación. Permitir cuatro años más sin diálogo es temerario. Casi suicida.
-Usted habla de consulta, otros piden congreso extraordinario
-Son iniciativas que recogen esta indignación. Con todo respeto a la Comisión Gestora, cualquier decisión que se tome debe ser avalada por la militancia. Por eso, apoyé a Pedro Sánchez. Ante la división, lo mejor primarias y congreso, y resolver, a corto plazo y desde la legitimidad, diferencias políticas y, al tiempo, dotar al partido de un liderazgo sólido y coherente. Que no se aprobara no ha hecho más que agravar la situación. Hace falta «escuchar» el anhelo, muy compartido, por la militancia socialista, que quiere tener un papel activo en la toma de decisiones.
-¿Eso no es asamblearismo?
-No. El PSOE no es asambleario pero la gente se ha acostumbrado a elegir candidatos y al secretario general por primarias, y votar los acuerdos de gobierno a través de consultas. Cualquier cambio que se desvíe tiene muchos números de dividir al partido. Permitir la continuidad a un gobierno del PP es una decisión lo suficientemente relevante para asociar a ella al conjunto de los militantes.
-Entonces, terceras elecciones, militancia contenta y partido seriamente dañado.
-Es posible. La cuestión es cómo queda mejor el PSOE. El problema no es la investidura es la inhabilitación para hacer oposición en el techo de gasto, presupuestos o recortes obligados por Europa. Si el PSOE se ata de pies y manos se abre al peor de los mundos: Mal gobierno y peor oposición. Si se cambia la posición, consulta.
-¿Javier Fernández, hace lo correcto?
-Hace lo que puede. Está «desinflamando» la situación y recuperando sosiego interno. Desde la discrepancia no tengo queja de lo que hace y espero su propuesta. Asumir la responsabilidad de dirigir ahora al PSOE merece, por parte de todos, un esfuerzo de apoyo para recuperar lo que nos ha faltado en este tiempo: el diálogo. Aquí hemos fallado todos.
-¿La única manera de que el PSC se salve es romper con el PSOE como defiende Núria Parlón?
-No creo que se deba romper con el PSOE, pero el PSOE deberá asumir que dejar gobernar a Rajoy – posición controvertida en toda España- desde Cataluña es imposible. El PSC no puede aparecer al lado de Rajoy. Ante el choque de trenes que se augura en Cataluña no queremos estar en ninguna locomotora. Queremos estar en la vía minimizando daños.
-¿El PSC votará no, se decida lo que se decida?
-El PSC votará que no. Nadie nos da un motivo para cambiar. Defendemos lo que el PSOE ha aprobado en el Comité Federal. Si se cambia de opinión se debe tener en cuenta la especial situación de Cataluña. No verlo es no entender lo que está pasando. Hay gente que no ve, o no quiere ver, que un 48% de los ciudadanos optan por partidos independentistas. Frente a eso, se pueden hacer muchas cosas, menos una: esconder la cabeza bajo el ala. El PP tiene una responsabilidad, no ha abierto ningún diálogo sobre nada. Por eso, es imposible que el PSC aparezca a su lado. El PP es también responsable de lo que está pasando. Tiene razón cuando dice que no se puede hacer nada al margen de la legalidad -el jueves nos tuvieron a su lado en el Parlament- pero la pierde cuando no es capaz de abrir un dialogo para una solución negociada.
-¿Esta será su posición?
-No es la mía. Es de la Ejecutiva y la del PSC. Nuestra relación con el PSOE está basada en la sinceridad, y la percepción del gobierno del PP en Cataluña es distinta por su papel en la no solución del problema catalán. Yo no quiero romper. Quiero un proyecto federal para España y quiero construirlo con el PSOE. Estamos en Granada y seguimos en Granada, pero hemos defendido toda la vida que Cataluña es una nación y España una nación de naciones, como la definió el socialista leonés Anselmo Carretero. Esta es la posición del PSC que el PSOE no comparte, pero si consiguiéramos una reforma constitucional basada en Granada una mayoría de catalanes y españoles la aceptarían. Romper con el PSOE haría muy difícil defender el federalismo en Cataluña. Hemos de trabajar y seguir juntos, reconociendo las discrepancias.
-¿Le veo muy solo?
-La reforma federal es la única propuesta frente al independentismo. Puede parecer una propuesta rupturista, pero es la única que busca el acuerdo. Si no gusta, que alguien proponga otra. No dialogar no es la solución. Algunos sectores independentistas buscan una reacción violenta del estado, como dice la CUP. Otros buscan una salida, pero para ello se debe plantear una propuesta. Saben que el referéndum de Puigdemont es lo mismo que el 9-N. No hay salida unilateral a este problema.
-¿Quién espera una salida desde el independentismo? ¿Oriol Junqueras?
-Hay una lectura bíblica que dice que hay un tiempo para hablar, leer, callar, reír, trabajar, descansar..... Junqueras está administrando bien los tiempos. No tiene una posición activa porque es una manera para prepararse para el momento para hablar. Sólo espero que ese momento no llegue tarde. Antes del choque. Por eso, quiero un gobierno de España, aunque sea del PP, que diga que ha llegado el momento de hablar.
-¿Puigdemont ha vuelto a marcar una hoja de ruta?
-No. No tenemos una hoja de ruta para la independencia, la tenemos para la subsistencia. El procés sólo marca la agenda política para gobernar el mayor tiempo posible. No nos lleva a la independencia, nos lleva al conflicto. Los dirigentes independentistas deben recordar que deben cumplir la ley. El PSC no apoyó la resolución de apoyo a Forcadell y otros. Si incumples la ley sabes que puedes tener sanción.
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