Ministerio del Interior
Iglesias calificó de «oportuno» el 11-S porque justificó la represión policial
El líder de Podemos enseñó en sus cursos de Caracas las técnicas de guerrilla urbana
El líder de Podemos enseñó en sus cursos de Caracas las técnicas de guerrilla urbana
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, instruyó a funcionarios de la Venezuela de Chávez sobre las formas de actuar de los antisistema y acerca de cómo han evolucionado las formas de «represión» policial contra las protestas. Para Iglesias, el punto de inflexión fueron los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, que califica de «oportunos, al menos para los intereses americanos», por la «activación de una estrategia represiva».
El parlamentario español figura en su currículo como «responsable de la unidad de análisis estratégico de la Presidencia de Venezuela» y, bajo esa responsabilidad se enmarcan las conferencias que impartió en 2006 y 2007 a los chavistas sobre la globalización y la reacción social.
En el seminario realizado en Caracas del 5 al 9 de junio de 2006, el profesor de la Complutense instaba a la lectura de su artículo «Control policial y movimiento global en Europa. De Génova a Escocia», publicado en «El Viejo Topo» en 2005.
En el texto, que analiza el «control policial de las protestas», Iglesias asegura que «ya en los años 80 se observa una tendencia organizativa en algunos países europeos hacia la militarización del orden público». En su opinión, la «nueva amenaza terrorista» ha favorecido esta forma de actuar después del 11-S.
No es la primera vez que el líder podemita menciona los ataques a las Torres Gemelas. En unas jornadas en la Facultad de Políticas de la Complutense en 2002 lo hizo en la ponencia «Rebeldes en busca de espejos». Considera que «la histeria antiterrorista que sucedió en las dialécticas gubernamentales a los atentados del 11-S contribuyó de manera importante en la activación de una estrategia represiva» que cambió las tácticas de los antisistema. «La cosa ahora iba en serio. Al movimiento global le correspondía entonces demostrar que estaba a la altura», argumenta.
Durante la ponencia caraqueña, el diputado de Podemos disecciona la estrategia de las policías europeas. Explica que «con la emergencia del movimiento global contra el capitalismo y la guerra comenzaron a implementarse técnicas de “muros”, “perímetros” [...] en una lógica de militarización de la acción policial que construye “teatros de guerra”. De la forma clásica de mantenimiento del orden público se pasó a la militarización del espacio, como en tiempos de guerra». Lo ejemplifica Iglesias con el «uso de fuego real en Gotegorb y Génova o la instalación de baterías antimisiles» en la ciudad italiana. Y, una vez más, considera el 11-S como «catalizador de estas políticas represivas».
El análisis se centra en las actuaciones de las fuerzas del orden en Escocia para concluir cómo «presentan muchas novedades respecto a protocolos de intervención» por parte de las policías «mediterráneas». Iglesias detalla cómo el modelo más agresivo ha dado paso en el caso anglosajón a «actuaciones de tipo “soft/persuasivo”» ante iniciativas como la llevada acabo contra la reunión del G-8 en Escocia en 2005, que se desarrolló en un castillo en medio del campo. En este caso se trató de limitar al máximo los espacios de confrontación, alejándolos de los cascos urbanos. La ciudad es precisamente el escenario donde, según el análisis de Pablo Iglesias, «el objetivo principal de control paramilitar de la protesta es la dispersión de los manifestantes», como en la cita del G-8 en Génova en 2001.
Por último, enmarca el «desafío represivo» por parte de las fuerzas del orden tras el 11-S en «toda una estrategia europea» que, en el caso español, ejemplifica en cómo la presidencia de turno de la UE en 2002 sirvió para equiparar al terrorismo a los movimientos antisistema «como enemigos a batir». Asegura que se preparó al Ejército y a la Guardia Civil como fuerzas de choque y tilda las «exhibiciones dadas» de «alarmantes».
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