Política

Crisis en Podemos

Iglesias culpa a sus líderes territoriales de los "malos y decepcionantes"resultados

El líder de Podemos lo deja claro: "Yo mismo no sabía cómo nos llamábamos en algunos lugares"

El líder de Podemos Pablo Iglesias, y Pablo Echenique, en el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos
El líder de Podemos Pablo Iglesias, y Pablo Echenique, en el Consejo Ciudadano Estatal de Podemoslarazon

Lejos de entonar el "mea culpa", el líder de Podemos, Pablo Iglesias, responsabiliza a sus barones territoriales del descalabro electoral. Los críticos de IU cuestionan su alianza con la formación morada.

Trece días después de perder 65 diputados autonómicos, llega la autocrítica en la dirección estatal de Podemos. Tras intentar sortear la crisis interna abierta por el descalabro electoral en estos días y esconderse detrás del argumento de que la formación se encuentra inmersa en el proceso de negociación de gobierno con el PSOE, Pablo Iglesias se ha vuelto a resistir hoy a entonar el “mea culpa” y descarga los malos resultados en manos de sus barones autonómicos. Ante ellos, ha admitido que los resultados obtenidos por su formación “son muy malos y decepcionantes”, pero –a su entender- este “retroceso más que notable” se ha producido “un mes después de que el resultado en las elecciones generales no fuera tan a la baja”.

En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se reúne ahora mismo a puerta cerrada el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, el secretario general de Podemos ha dejado un recado a todos sus dirigentes territoriales asegurando que “llama la atención de que este resultado en las autonómicas se produzca un mes después de las generales donde el resultado no ha sido a la baja”. Además, cree Pablo Iglesias que “no es una novedad” porque a Podemos “siempre le ha ido peor en las autonómicas y municipales”, ha reflexionado.

La sensación de Iglesias es que “el papel de los liderazgos” ha jugado un “rol importante” en la última cita en las urnas. Pablo Iglesias ha recordado ante sus barones que nombres como el de “Kichi” en Cádiz o el de Ada Colau en Barcelona sí han funcionado electoralmente de nuevo –dos ejemplos alejados de la organización del partido- pero que “son una excepción”. El secretario general de Podemos asume por un lado la falta de caras visibles en los territorios pero descarga la responsabilidad en los territorios al haberse presentado con nombres distintos en cada comunidad. “Yo mismo no sabía cómo nos llamábamos y tenía que preguntar antes de acudir a un mitin en la campaña de las elecciones del 26-M, para no equivocarme”. A su juicio, “esto nos ha generado confusión y es evidente que a los ciudadanos también”.

El análisis que hace la formación es que los resultados de las elecciones generales han estado por encima de los resultados autonómicos, pero apunta, en palabras de Iglesias a que el problema “es de la organización”. Hay un problema “para convertirse en referencia territorial”, ha asegurado. Este problema para convertirse en referencia, es el primero que ha intentado frenar ya Pablo Iglesias, al destituir a Pablo Echenique de la secretaría de Organización que hasta ahora dirigía y situar al frente al diputado canario, Alberto Rodríguez, sobre el que cae ahora la responsabilidad de tratar de frenar la huida de los territorios críticos. Recomponer la dirección de Castilla-La Mancha, recuperar las conversaciones con territorios como La Rioja o Cantabria y comprobar si hay o no posibilidades de volver a retomar la relación con Compromís y En Marea.

Como ya adelantó este diario, Iglesias ha tratado en su intervención abierta a los medios de convencer a sus barones de que no es el momento de abrir el melón de la refundación en Podemos -de adelantar el Vistalegre 3-. Para ello ha expuesto la situación en comunidades como Valencia, Baleares o La Rioja, donde ve más fácil llegar a acuerdos autonómicos con el PSOE. Según ha explicado, en una reunión previa al CCE, el líder de Podemos en Valencia, Rubén Rodríguez Dalmau, le ha transmitido que las negociaciones de gobierno van a concluir con un pacto con PSOE y Compromís. Un escenario que también se repetiría en las Islas Baleares, donde Juan Pedro Yllanes también está inmerso en las mismas negociaciones. “Una oportunidad histórica para hacer un gobierno distinto en Canarias”, ha remarcado.

En cuanto a los procesos de negociación para conseguir entrar en un Gobierno con el PSOE, Iglesias ha reconocido que será una etapa “larga” y ha criticado que el PSOE trate ahora de pactar con Ciudadanos “mientras que en campaña decía lo contrario”. A su juicio, “los poderes económicos presionan” para encontrar un pacto entre Pedro Sánchez y los partidos de derecha. Ante este escenario, Podemos asegura que “ nos toca responder a lo que dijeron los ciudadanos en las urnas para participar en la posición que nos corresponde, en proporcionalidad”, pero crítica que “los aparatos mediáticos de poder harán su trabajo” para impedirlo.

Sobre las claves que Podemos tratará de negociar con el PSOE, Pablo Iglesias plantea varios ejes de gobierno “inspirados en la Constitución” y planteando “políticas económicas progresistas”: Un programa de inversiones estratégicas para frenar con inversiones “verdes” el cambio climático y con inversiones “moradas” a favor del feminismo y para defender la igualdad de género y asegurar la ampliación a 24 semanas de los permisos de paternidad y maternidad, así como la gratuidad de las escuelas infantiles. También apuesta por un proceso de cambio técnico y digitalización en España, acabar con la precariedad laboral y el fraude de los contratos temporales, entre otras. Reducir la desigualdad económica y social, subir el IRPF a las rentas superiores a los 100.000 euros o la bajada del IVA a productos de primera necesidad, siguen siendo sus principales medidas.

Desde Izquierda Unida, los críticos de Más Izquierda han exigido la convocatoria de una Asamblea Federal Extraordinaria para debatir sobre la unidad orgánica del partido a Unidas Podemos. "La participación democrática es una seña de identidad irrenunciable de Izquierda Unida", apuntan, tras señalar que los afiliados son los que deben debatir y decir "realmente"sobre esta cuestión.

Además, señalan que "en caso de que la estrategia de unidad orgánica con Podemos u otras fuerzas no fuera acordada expresamente por una Asamblea Federal", quedaría deslegitimizada y desautorizada "por violación de los principios rectores de la organización, reflejados en el texto de los Estatutos del partido".