Iglesias mantiene el órdago a Sánchez y trata de imponerle los tiempos de la negociación
En una conversación telefónica de 20 minutos, el líder socialista le afeó las formas de la propuesta y el de Podemos le pididó celeridad para lograr un pacto. C’s insiste en su «no» a un gobierno del PSOE.
Si el PSOE de Pedro Sánchez tenía alguna esperanza de que Ciudadanos salvara sus deseos presidencialistas, la formación naranja se reafirmó ayer en lo mismo que ha defendido durante la campaña: «No». No dará el sí, en «ningún caso», a un Gobierno presidido por Sánchez y como mucho, le reserva una abstención siempre condicionada a que en ese Ejecutivo no estén ni Podemos ni nacionalistas; pero los 90 escaños de Sánchez no dan para gobernar sin esos apoyos. El líder de los socialistas telefoneó el sábado al presidente de la formación naranja, Albert Rivera con el fin de comenzar el diálogo tratando así de distanciarse del órdago lanzado por Podemos y salvar los muebles de cara a un PSOE en llamas, dividido ante la deriva que está tomando Sánchez para llegar a La Moncloa a toda costa.
El vicepresidente de Ciudadanos, Juan Manuel Villegas, indicó ayer que el PSOE se ha «equivocado cuando dice que ese diálogo no es para buscar mayorías para formar Gobierno sino para hablar de la situación política». «Si Ciudadanos se sienta con PP o PSOE es para que puedan sacar adelante un Gobierno estable para España y no para comentar o hacer una tertulia sobre la política actual», apuntó.
Mientras, Sánchez trata de echar balones fuera y primero dice que aceptará si el Rey le propone como candidato para la investidura, para luego matizar en un comunicado que tiene que ser Rajoy –que ya declinó el pasado viernes ser investido por ahora al no contar con los apoyos necesarios– quien tiene que ser el primero. Un comunicado que emitió Ferraz un día después de la propuesta de Iglesias y que pactó con los barones con el que el líder socialista trató de sacudirse la presión y así tranquilizar a los barones. Y es que los críticos del PSOE mantienen una postura frontal en torno al liderazgo de Sánchez y consideran que no se puede ser presidente a cualquier precio, y critican el «chantaje» de Podemos conscientes de que su objetivo es fagocitar a un PSOE que corre el riesgo de perder su identidad y quedar como un partido regional andaluz.
Sánchez llamó ayer a Pablo Iglesias y escribió un mensaje de Twitter después de no haber podido contactar con él. Finalmente el líder de Podemos le devolvió la llamada. Durante 20 minutos, según el comunicado pactado entre ambas formaciones, la conversación fue cordial y Sánchez le mostró su desagrado por la forma en la que Podemos expresó su propuesta el pasado viernes. Iglesias le indicó que por encima de todo lo importante es que haya un gobierno de progreso y se emplazaron a hablar de nuevo esta semana. Sánchez escribió en su tuit que hablarán de «políticas progresistas, no de sillones», e insistió en respetar los tiempos y esperar el mandato del Rey. También tiene pendiente hablar esta semana con Rivera. Además, se enfrenta a su propio calendario dentro del partido. Por un lado tiene hoy Comisión Permanente y el próximo 30 de enero se celebrará su Comité Federal, una ocasión donde los barones del PSOE podrán delimitar la hoja de ruta que debiera seguir ante la propuesta de Iglesias y cuál sería la mejor opción para intentar formar Gobierno y fijar una fecha para el próximo Congreso. Algunas federaciones ven ahora inconveniente poner fecha y prefieren esperar hasta que se resuelva la investidura. Este miércoles el Rey comienza de nuevo la ronda de consultas y el reloj de Sánchez y sus posibles pactos comienza a correr.
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