PSOE
Iglesias levanta a los barones contra Sánchez por la alianza en el Senado
El líder de Podemos lanza una oferta pública al PSOE para concurrir juntos, que el socialista ya había rechazado en privado
El líder de Podemos lanza una oferta pública al PSOE para concurrir juntos, que el socialista ya había rechazado en privado
10:00 a.m. Pablo Iglesias llama a Pedro Sánchez. Después de días de negociaciones en clave territorial, el líder de Podemos descuelga el teléfono para trasladar al socialista una oferta en firme para impulsar «una alianza de nuestras organizaciones para las elecciones al Senado». No se trata de una propuesta global, sino en aquellas comunidades «donde sea posible» atendiendo a las circunstancias de las mismas. Teniendo en cuenta que la formación morada es la que bloquea el acuerdo en algunas de ellas –como Aragón o la Comunidad Valenciana–, Iglesias espera la respuesta afirmativa de Sánchez. Sin embargo, las federaciones socialistas mantienen esas conversaciones al margen de Ferraz, que mira con escepticismo desde Madrid sus movimientos aglutinadores. El objetivo es claro: evitar que el PP vuelva a obtener una mayoría absoluta en la Cámara alta que dificulte la acción de un Gobierno de distinto signo –progresista y de cambio– e intentar frenar la sangría de votos del PSOE. Sin embargo, la oferta se topa con la oposición frontal del líder socialista. Sánchez no olvida la actitud obstruccionista del secretario general morado durante los últimos meses, que –entre otros efectos– dio al traste con sus opciones presidenciales para desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa. Además, esta suerte de confluencia dinamitaría la estrategia del líder socialista de cara a la campaña, consistente en distanciarse de Podemos y rebatir con moderación su escoramiento hacia la extrema izquierda, tras el pacto con IU.
La negativa de Sánchez pilló a contrapié a Iglesias, que rápidamente se repuso y tejió un nuevo movimiento para dejar vendido al socialista. Apenas tres horas después de colgar al líder del PSOE, Podemos anunciaba públicamente la oferta rechazada en privado. Sánchez se veía, entonces, en la tesitura de tener que volver a negarla, esta vez en el programa «Las Mañanas de Cuatro». «No, gracias», respondió ante el presentador que esgrimía la propuesta de dos folios. Iglesias obligaba así al socialista a retratarse ante los españoles, a decir «no» al cambio en el Senado, y le enfrentaba a los dirigentes territoriales que sí defienden –y negociaban en ese momento– una propuesta de similares características, forzando a Ferraz a salir del silencio autoimpuesto ante estas prácticas de las federaciones. Es más, la misiva remitida al partido se dirige «a la atención del Comité Federal», órgano encargado de dar el visto bueno a cualquier alianza y en el que los barones críticos tienen mayoría.
Si la alusión a los barones era velada, Iglesias se ocupó posteriormente de dejar constancia de ella. En declaraciones en el Congreso, el líder de Podemos pidió que Sánchez reconsiderara su negativa, porque «me consta que en muchos territorios hay dirigentes socialistas que están de acuerdo». Desde Ferraz desmienten la mayor y niegan que el líder socialista se haya abierto a reconsiderar nada, ni que Iglesias se lo haya pedido. Es más, el propio Sánchez calificó la oferta pública de Podemos como una «operación de marketing para decir que el PSOE no quiere pactar». «Tengo cierta experiencia con Iglesias. En muchas ocasiones, cuando envía un mensaje sé que es para hacer algo ante los medios», lamentó el líder socialista, que reivindicó que su partido tiene un proyecto «autónomo» y no quiere participar en «una sopa de siglas».
Sin embargo, el secretario general de Podemos mete el dedo en la llaga con los territorios, pues desde federaciones como Aragón o la Comunidad Valenciana sí se ve con buenos ojos esta confluencia para el Senado y –en declaraciones a LA RAZÓN– mostraban su enfado por las maneras de Ferraz de desechar una propuesta que ni siquiera conocían.
Las claves del documento
- «Minoría de bloqueo». La propuesta de Podemos está encaminada a evitar la «minoría de bloqueo» que el PP previsiblemente ostentará en el Senado tras el 26-J.
- «Compañeros del PSOE». La misiva de Podemos habla de que «compañeros socialistas de Aragón, Baleares o Valencia» plantearon la necesidad de la alianza.
- «Piedra de toque». El pacto es presentado por Podemos como «piedra de toque» y plantilla para un futuro Gobierno de cambio tras las elecciones.
- «Actores sociales». Según el documento el pacto estaría abierto a «todos los actores sociales y políticos que abogan por el cambio progresista».
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