Accidente de tren en Santiago

Imputan al responsable de seguridad del tramo en que descarriló el Alvia

Estado en el que quedaron los vagones tras descarrilar el tren
Estado en el que quedaron los vagones tras descarrilar el trenlarazon

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, que lleva el caso del accidente de tren del pasado 24 de julio, ha imputado al responsable o responsables de seguridad de Adif en el tramo ferroviario entre Orense y Santiago.

El titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago, Luis Aláez, dictó ayer el auto en que acuerda tomar declaración por el accidente del Alvia en Santiago de Compostela «en calidad de imputado a las persona/s de Adif responsable/s de la seguridad en la circulación del tramo de la línea ferroviaria que une las estaciones de Orense y Santiago a fecha de 24 de julio de 2013». De esta forma, el magistrado amplía las diligencias hacia el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias –entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Fomento– , después de que hasta el momento se hubieran centrado en la actuación del maquinista, Francisco José Garzón Amo.

Omisión de cautela

Aláez deja claro que la velocidad excesiva del maquinista al tomar la curva de Angrois es la causa del fatal accidente que acabó con la vida de 79 personas hace casi un mes. No apunta a que circunstancias relacionadas con el estado del trazado y su conservación hubiera provocado en ningún caso la salida del tren de la vía si Garzón Amo hubiera respetado el límite de velocidad marcada para el tramo. Sin embargo, el juez concluye que ha existido «una omisión de cautelas elementales por quienes tienen la misión de garantizar la seguridad ferroviaria, constitutiva de imprudencia punible».

Afirma que «sí deviene pertinente el examen, a efectos de posible reprochabilidad, de las actuaciones de los operadores responsables de garantizar la seguridad del tráfico ferroviario en el lugar de Angrois». El juez enumera una serie de medidas de seguridad que, instaladas o planteadas de otra forma, quizá hubieran evitado el accidente. Es por ello que solicita exhaustiva documentación a Renfe, a Adif y al Ministerio de Fomento y, en el caso del administrador de las infraestructuras ferroviarias, la imputación del responsable de la seguridad de la circulación. Aláez incide en su auto, tras la obvia conexión con la conducción inadecuada de Garzón, en que el accidente puede vincularse a «la omisión de medidas de seguridad preventivas de naturaleza vial», es decir, «una conducta imprudente de las personas responsablesde garantizar una circulación segura en el tramo».

El juez considera que las características de la vía en la curva de A Grandeira son sumamente comprometidas para la circulación de trenes. El hecho de que el sistema de seguridad ASFA, que sólo detiene el tren si se superan los 200 kilómetros por hora –el Alvia circulaba a 190– y que el mecanismo de «hombre muerto» que obliga al maquinista al pulsar un pedal o botones para probar que no ha sufrido un desvanecimiento o similar no son suficientes para este caso, pues por ejemplo, éste último se convierte en un automatismo para el conductor. Cree que «deberían haberse adoptado otros procedimientos que salvasen o evitasen el resultado de aquella equivocación. Por ejemplo, Aláez considera que la instalación de una señal de cambio de velocidad a 80 km/h ubicada sólo a 200 o 300 metros del inicio de la curva se muestra insuficiente para evitar los resultados de muerte o lesión, ya que «está tan próxima a la curva que hace imposible o muy remotamente posible la corrección manual de la citada marcha para sortear el riesgo. El desacarrilamiento se produjo a unos 200 metros de la señal de reducción de velocidad. El juez razona en el auto sobre si las balizas sobre las que se basa el sistema de seguridad ASFA, que avisa al maquinista de su exceso de velocidad con alertas en la propia cabina, tampoco estuvieran ubicadas en el emplazamiento adecuado.

Desde Adif, por su parte, expresaron ayer su «respeto por las decisiones judiciales y su máxima disposición para colaborar con el magistrado para el desclaremiento de las causas del accidente». El organismo asegura que la imputación de algún responsable es algo habitual tras este tipo de siniestros y lo ven dentro de la normalidad. Se remiten a las detalladas explicaciones que ofreció su presidente, Gonzalo Ferre, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados del pasado día 8 de agosto. Algunos de los puntos que ahora platea el juez, fueron abordados por Ferre en su intervención, como la defensa del sistema ASFA para el tramo, sistema instalado en Europa en la mayor parte de las vías convencionales e instalado en 13.397 kilómetros de nuestra red ferroviaria. Defendió los elevados estándares de seguridad, de la conservación preventiva y correctiva a lo que se dedican 710 millones de euros este año y que el lugar del accidente se inspeccionó el pasado 20 de abril. Desde Adif también se insiste en que las limitaciones de las características físicas de la línea son permanentes, que están recogidas en el libro de ruta que lleva el maquinista. Por otra parte, la distancia desde que el tren abandona el tramo de circulación a 200 km/h y hasta el que debe entrar a 80 es superior a cuatro kilómetros, suficiente para detener el tren con el freno de servicio. «El sistema ferroviario sigue siendo seguro», concluyó Ferre.

La velocidad como causa, fuera de toda duda

A pesar de la imputación de los responsables de seguridad en la circulación de Adif, el juez Luis Aláez no pone en duda que la causa esencial del descarrilamiento del Alvia a las puertas de Santiago fue la indebida conducción llevada a cabo por el maquinista Francisco José Garzón Amo «por circular a excesiva velocidad para la configuración o trazado de la vía», Asegura que «no existen datos para conjeturar de modo lógico que el siniestro encuentre su enlace con posibles defectos de la línea ferroviaria que une las estaciones de Orense y Santiago pues, aún de haberlos, devendrían extraños a la relación de causalidad, ya que de haber circulado aquel tren dentro de los límites de velocidad autorizados hubiera transitado la curva del lugar de Angrois sin que se produjese el descarrilamiento».

Nuevas medidas en los trenes

El pasado 9 de agosto la ministra de Fomento, Ana Pastor, detalló durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados una serie de 20 actuaciones a emprender por su departamento con el fin de mejorar la seguridad en las vías ferroviarias españolas. Entre las principales medidas expuestas por la responsable de Fomento se encuentran: Por un lado las relacionadas con la señalización en las vias, entre las que destacan la revisión de los cuadros de velocidades máximas de todas las líneas, así como la implantación del sistema ASFA digital más preciso en aquellos tramos en los que exista una reducción considerable de la velocidad máxima. La atención sobre los profesionales del sector ferroviario será mayor a partir de ahora, la ministra aseguró durante su comparecencia que se revisarán los requisitos físicos y psicológicos de acceso a un puesto e incluso se valorará la creación de una escuela específica para estos trabajadores. Finalmente, el uso de los teléfonos móviles para el personal de bordo dejará de ser necesario. Para ello se implantará un sistema integrado de comunicación «manos libres», que facilite la comunicación con el maquinista.