Juego de tronos en Podemos

Tan presuntamente innovadores ellos, en la «biblia» política de los líderes de Podemos y sus acólitos hay un lugar de honor para la serie «Juego de Tronos», la serie basada en los libros de George R. R. Martin que presenta un escenario de alianzas, traiciones, venganzas y poder en los Siete Reinos de Poniente entre distintas familias. Así, a modo de programa político, Pablo Iglesias ha coordinado y escrito el libro «Ganar o morir. Lecciones políticas de ‘‘Juego de Tronos’’», en el que participan Íñigo Errejón, Tania Sánchez y Juan Carlos Monedero, entre otros.

En una entrevista conjunta que dieron Iglesias y Sánchez el martes en el programa de radio «Carne Cruda» para hablar del libro, sorprendió que la que ahora se define como «analista política», después de que abandonase IU para encabezar una candidatura de Unidad Popular comparase, con la complicidad tácita de Iglesias, a Íñigo Errejón con el personaje de Joffrey Baratheon, uno de los más siniestros de la ficción. No fue algo casual. En las últimas semanas es evidente el distanciamiento político entre ambos líderes de Podemos, que mantienen su particular «Juego de Tronos». Errejón no se ha callado ante los movimientos políticos de su formación en Andalucía, que no comparte, así como el liderazgo de Teresa Rodríguez y su presunta disposición a pactar con Susana Díaz, además de la presión que ejerció Errejón para que Tania Sánchez no entrase en la lista de Podemos para Madrid.

En este «tablero», como le gusta decir a Iglesias, que Sánchez estableciese paralelismos entre Errejón y Joffrey Baratheon no es baladí. El personaje se las trae y no precisamente para bien. Hijo incestuoso –cree que su padre es el rey Robert Baratheon (que bien podría ser Pablo Iglesias) aunque en realidad es fruto de una relación sexual entre Cersei y su hermano Jamie Lannister– es el heredero del Trono de Hierro. Tanto en la novela como en la serie se le presenta como un ser amoral, caprichoso, cruel, arrogante, sádico... aunque encantado de haberse conocido. No sabe moverse en la «alta política» fruto de su falta de astucia y visión de futuro y, a pesar de su prepotencia, es un ser cobarde que evita las distancias cortas. A pesar de ser un varón tiene complejo de Edipo, ya que siempre trata de impresionar a su padre. Seguro que Sánchez, puesto que le ve tantas similitudes con Errejón, disfrutará con las palabras que le dedica el autor de la saga: «Joffrey es el claro abusador; es muy arrogante y está muy corrompido por haber sido criado sin ningún tipo de límite».

Alberto Garzón, el «flojo» de Ned Stark

El líder de Izquierda Unida tiene para Podemos un carácter similar a Ned Stark. Es lo que se podría considerar un «flojo» dentro de esta red de conspiraciones e intrigas varias. Señor de Invernalia, es un hombre de honor y leal con un elevado código moral. Al servicio del rey Robert Baratheon, es apreciado por sus súbditos. Sin embargo, todo el respeto que provoca no le procura ninguna paz interior. Ned Stark tiene un gran complejo de inferioridad y de culpa. Cree que ocupa un sitio que no es suyo sino de su hermano mayor, Brandon, ya muerto, al que consideraba mejor que él en todo.

Rajoy, un «firme» Stannis Baratheon

Es uno de los personajes más imprecisos y ambiguos de la producción. Pretende el Trono de Hierro tras la muerte de su hermano mayor Robert Baratheon. Es un hombre introvertido y distante, de modales hoscos y poca empatía hacía los demás. Sin embargo, tiene un férreo sentido de la justicia y el deber. Siente que sus hermanos son más carismáticos que él para atraer a los partidarios, por lo que, de puertas para adentro, tiene un sentimiento de inferioridad que oculta hábilmente. Firme en sus decisiones, siente que ocupa un lugar que no le pertenece.

Cifuentes, la «ambiciosa» Cersei Lannister

Se le consideraba una de las mujeres más bellas de Poniente hasta que los años hicieron estragos en su físico. Se la describe, y así se muestra en la serie, como narcisista y ambiciosa, aunque no muestre sus armas. Tiene poca consideración por las otras mujeres, las ve como seres débiles en un patriarcado ante el que ella se revela pero usando el mismo modus operandi que los hombres. Se mueve con inteligencia en las intrigas políticas pero luego no sabe gestionar el poder que se le otorga. Suele tomar decisiones precipitadas fruto de su orgullo y su poca experiencia.

Iglesias, el «promiscuo» Tyrion Lannister

El dirigente de Podemos cree que sería un perfecto Tyrion Lannister, lo que no se sabe si es bueno o malo para los demás. Tyrion es perspicaz y diplomático cuando quiere, aunque saber ser muy cruel con sus enemigos, a los que aniquila sin compasión. Es un personaje dual, ya que al tiempo que tiene predilección por las personas marginadas o maltratadas, es un personaje muy promiscuo, no duda en requerir los servicios de mujeres que están con él por su poder, y bastante retorcido. Es un hábil negociador, pero siempre al servicio de sus intereses.

Tania, la deseada Daenerys Targaryen

La política ha elegido para sí uno de los personajes favoritos de la serie, lo que indica que, aparte de estar encantada de haberse conocido, carece de la humildad de Daenerys. Es un personaje que no deja de sorprender y que sabe evolucionar. Si en la primera temporada era un ser asustadizo y sensible, después toma las riendas de su vida y se convierte en un mujer con valor y audacia. Incluso demuestra que puede ser una gran estratega política, aunque necesita ser aceptada. Se ve como una figura «mesiánica» que puede cambiar el mundo.