Junqueras llama a respetar la fecha de la consulta por su «amplísimo apoyo»

Si el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha planteado alguna vez cambiar la fecha del referéndum soberanista del próximo 9 de noviembre, el líder de ERC, Oriol Junqueras, le envió ayer un rotundo mensaje en contra. Junqueras no quiere bajo ningún concepto que Mas negocie con Mariano Rajoy –en la reunión que mantendrán en los próximos días– ninguna propuesta que no sea la de la consulta del 9-N.

Oriol Junqueras instó ayer a respetar la fecha de la consulta soberanista «por su amplísimo apoyo» político y social, y avisó de que no le satisface «ningún otro escenario», ya que «hemos pactado con una amplísima mayoría parlamentaria y, sobre todo, con una amplísima mayoría social en nuestro país».

En un acto político de la Acampada Joven de ERC, celebrado en Montblanc (Tarragona), el republicano dio a conocer su posición sobre la fecha de la consulta sin referirse al presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien esta semana se mostró dispuesto a negociar el 9-N si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aceptaba la realización del referéndum.

Oriol Junqueras señaló que «hay un pacto para hacer una pregunta y en una fecha concreta, y los pactos se han de cumplir», argumentó el político republicano, informa Efe.

No es la primera vez que el líder de ERC aborda este asunto en el mismo sentido. Así, el pasado 2 de julio envió un mensaje al jefe del Ejecutivo catalán para que se mantenga firme con el referéndum. «Esperemos que no se rinda Artur Mas, haremos todo lo posible para ayudarle. Pero no tengo miedo de que decaiga, sólo me da miedo que los ciudadanos de Cataluña dejen de desear lo mejor para ellos mismos», decía el líder republicano en una entrevista radiofónica.

En cualquier caso, la cita entre Rajoy y Mas permitirá conocer si hay algún paso positivo para desbloquear la falta de entendimiento entre los gobiernos central y catalán. La última vez que ambos presidentes se reunieron fue el 29 de agosto de 2013. Fue en un encuentro secreto en La Moncloa, que trascendió al cabo de unos días y que no sirvió para acercar posiciones. Difícil será que se logre la próxima vez: Mariano Rajoy es inflexible respecto al desafío soberanista.