La defensa del duque de Palma impugna los 200 correos de Diego Torres

El abogado de Urdangarin, Mario Pascual Vives, ha anunciado hoy que impugnará los correos electrónicos aportados por Diego Torres, ya que cuestiona el origen de estos documentos.

«Si cierras un grifo es para que no gotee». De esta forma tan gráfica describía ayer una de las personas presente en la declaración de Iñaki Urdangarín la decisión de su defensa de impugnar la última remesa de correos aportados al juez por Diego Torres y, al mismo tiempo, entrar a valorarlos durante determinados momentos de su comparecencia.

Y es que el abogado de Urdangarín, Mario Pascual Vives, anunció al juez su intención de impugnar todos esos correos (en los que incluso hay referencias directas al Rey) por considerarlos ajenos a los hechos investigados. Pero a posteriori, en el fragor del interrogatorio, el duque de Palma sí salió al paso de algunas de las cuestiones apuntadas en las polémicas misivas. El esposo de Doña Cristina negó por ejemplo que la reunión en Zarzuela con Camps y Rita Barberá se hubiese producido y rechazó igualmente que tuviese alguna responsabilidad en la redacción de los convenios firmados por el Instituto Nóos con los gobiernos valenciano y balear. De esas cuestiones, vino a decir, se ocupaba su antiguo socio. Lo mismo hizo con la lectura del comunicado en el que desmentía que la Casa Real estuviese al tanto de su actividad al frente de Nóos, núcleo primordial de esos correos.

Según las fuentes consultadas, la impugnación de la defensa del duque de Palma no tiene demasiados visos de prosperar. Todo apunta a que el juez no tiene intención de plegarse a esa pretensión y ayer mismo se encargó de recordar que, por el momento, esos documentos aportados por Torres tienen plena validez y son pertinentes.

En un momento de su declaración, el juez preguntó a Torres de dónde sacaba «la documentación que ahora nos exhibe» (en referencia a los correos). «Usted ha estado en el registro del despacho –contesta–. Hay cientos de cajas y yo he tenido un año para mirar caja a caja, papel a papel» (hasta que se produjeron los registros en noviembre de 2011). «De ahí, del despacho, de lo que quedó en el despacho (...) No tengo ninguna otra fuente. Todo está en las actuaciones o estaba allí en el despacho, accesible», explicó el ex socio de Urdangarín.