Crisis en el PSOE
Sánchez reaparece y alienta a la militancia a «recuperar» el PSOE
El ex secretario general del PSOE debe decidir si deja su escaño y si acata la disciplina de voto
La decisión del Comité Federal de facilitar la investidura de Mariano Rajoy a través de la abstención deja en una situación comprometida al ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, que, de mantenerse en el escaño, debe decidir si acata la disciplina de voto en el Congreso o la rompe.
Desde que fue cesado por un tumultuoso Comité Federal, Pedro Sánchez no se ha dejado ver. No ha asistido a ninguna reunión del Grupo Parlamentario, ni tampoco fue ayer al Comité Federal. Su único contacto con el mundo es a través de las redes sociales. Ayer, las utilizó para lanzar un mensaje que suena a grito de guerra. «Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE. Un PSOE autónomo alejado del PP donde la base decida». Y el punto y final lo puso con una palabra que se vislumbra como su estandarte en la batalla congresual que se avecina: «Fuerza».
Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE. Un PSOE autónomo, alejado del PP, donde la base decida.Fuerza
El que fuera secretario general del PSOE sacó músculo. 96 miembros del Comité Federal siguen respaldando su «no es no», que tiene amplia aceptación entre unas bases que se están revolviendo contra la decisión de la Comisión Gestora, amparada por una mayoría de cuadros dirigentes representados en el Comité. Susana Sumelzo, la diputada aragonesa y muy vinculada con Sánchez, romperá la disciplina de voto. Quizás sea la única, salvo los socialistas catalanes y la diputada independiente por Madrid, Margarita Robles. César Luena, mano derecha de Sánchez, parece que aceptará la disciplina de voto, pero fue contundente ante la abstención, que calificó de «error», y en su tono habitual echó gasolina al fuego: «El PSOE incumple sus compromisos con los españoles». Francina Armengol, presidenta de Baleares, ha votado también contra la abstención, pero ha eludido decir si los dos diputados de las islas romperán la disciplina de voto. Tampoco se descarta que muchos diputados contrarios a la abstención no estén físicamente en el pleno. No se abstendrán, porque no estarán.
Aunque la mayoría acatará la disciplina de voto, la tensión en el PSOE es patente y todos miran al próximo congreso. No está convocado aún y Javier Fernández no tiene intención de convocarlo de forma inmediata. Los «pedristas», por el contrario, consideran que debe ser convocado inmediatamente para acabar con la interinidad y, sobre todo, para aprovechar el evidente malestar de las bases y la ausencia de un líder alternativoa. Todo indica que Sánchez quiere mantener el pulso. La incógnita es si el tiempo diluye su candidatura y a sus partidarios. Por eso, en la Gestora echan mano del refranero: «Las prisas no son buenas consejeras».
Pedro Sánchez, como publicó este periódico, baraja la posibilidad de abandonar su escaño para poder dedicarse a su candidatura. La decisión no está tomada porque, si los plazos se alargan, alejarse de los focos mediáticos puede no ser una buena solución. De momento, toda la atención se centrará en el pleno de investidura. ¿Qué votará el diputado Sánchez?
Nadie lo sabe. En la primera votación estará cómodo votando en contra, aunque a ciencia cierta tampoco se sabe si asistirá al debate de investidura. En la segunda, todos son incógnitas. ¿Estará presente? ¿Votará no? ¿Se abstendrá? Simplemente ¿no votará? José Borrell, alejado durante años de la primera línea y ahora con recuperado protagonismo, lanzó ayer un mensaje dirigido a todos aquellos diputados díscolos con la Gestora: «El reglamento parlamentario permite votar otra cosa». La situación es muy delicada y en el PSOE se respira «desmoralización». La diputada murciana María González Veracruz plasmaba su estado de ánimo en un tuit, «me duele el PSOE», seguido de emoticonos llorando.
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