Ciudadanos
La Ejecutiva del PP matizará el pacto con Rivera
La Ejecutiva de mañana no dará un «sí» a un «contrato de adhesión». Moncloa concreta en un informe jurídico cómo desarrollar las exigencias de Rivera
►Impulsará el acuerdo con C’s para poner fecha de la investidura la próxima semana ►Moncloa concreta un informe sobre los seis puntos a negociar
El Comité Ejecutivo del PP no tiene margen para hacer mañana otra cosa que sentar las bases para que siga avanzando el acuerdo con Ciudadanos, del que depende la investidura de Mariano Rajoy. La dirección popular trabaja con la hipótesis de que esa Ejecutiva sea un «paso adelante» hacia la investidura, pero no se concrete en una votación, en un «sí» o un «no» categórico a las condiciones marcadas por Albert Rivera. El argumento es que al partido que ganó las dos últimas elecciones, y que tiene 137 escaños, no se le puede exigir que asuma sin más las exigencias de un partido con 32 escaños.
El apoyo de la formación naranja es insuficiente, pero es un arranque necesario para que haya posibilidades de que salga adelante un nuevo Gobierno sin ir a otras elecciones. La cuestión interna en el PP es cómo escenifican ese apoyo sin validar condiciones «inviables» en su ejecución ni generar, a su vez, tensiones dentro de sus filas, por ejemplo, en lo que afecta a la actitud frente a los casos de corrupción que tocan al partido y las «lecciones» de Rivera en esa materia.
En su movimiento, en el que se rectificó una vez más a sí mismo para pasar de la «abstención técnica» a un posible «sí» a Rajoy, Rivera planteó seis condiciones que Moncloa ha estudiado para preparar un documento político y jurídico sobre cómo desarrollarlas y en el que detalla, a su vez, las consecuencias de su puesta en marcha. El presidente en funciones ha dedicado los últimos días a preparar con su cúpula el procedimiento para conseguir el apoyo de su Comité Ejecutivo a su estrategia. Para ello ha tanteado incluso informalmente a algunos dirigentes de su partido para unificar el discurso.
Rajoy se presentará ante el órgano de dirección del PP «con los deberes hechos», precisan en su entorno. Ha pedido referencias sobre el encaje constitucional, en la Ley del Régimen Electoral General y en la normativa nacional y autonómica de las peticiones «genéricas» de C’s. Su objetivo es, explican, disponer de los argumentos para fijar posición ante los suyos y poner en marcha la mesa de negociación con los de la formación naranja. Rajoy ha vuelto a manejar los tiempos a su manera, sin prisas y dejando que por sí sola siga subiendo la presión sobre el secretario general socialista, Pedro Sánchez. Si se cumplen sus planes, y va bien la Ejecutiva y la negociación con Rivera, en Génova prevén que la fecha de la investidura esté marcada en el calendario la próxima semana, y que como tope se celebre a principios de septiembre.
El apartado más delicado es el de la financiación del PP y el «caso Bárcenas». En la dirección del partido saben que tienen poco margen para oponerse, pero advierten de que sus formas son un «golpe» a sus votantes que exige una réplica que borre la imagen de que el PP es el único con casos de corrupción.
Las precisiones del documento afectan también a la exigencia de Rivera de eliminar los aforamientos o a su propuesta de que todos los imputados abandonen el escaño. «Se trata de acotar unas propuestas genéricas ajustándolas a su viabilidad jurídica y política, teniendo en cuenta, además, que muchas de ellas exigen el acuerdo con el PSOE», explican desde la cúpula popular. Como ejemplo citan la reforma de la Ley Electoral, que exige el consenso con el PSOE, y que lleva a la paradoja de que los intereses son tan opuestos que el aliado de Rivera sería en este caso Podemos, otro partido que también exige más proporcionalidad en el reparto de los escaños.
Por tanto, la idea con la que trabajan en Moncloa se sostiene en plantear que las condiciones de Rivera son una base de trabajo que tiene que estar abierta a la introducción de «matices», propios de una negociación y no de «un contrato de adhesión». Partiendo siempre de la premisa de que la voluntad de Rajoy es avanzar en el acuerdo y seguir presionando así sobre Ferraz para que revise su «no» y lo cambie por la abstención. Siguen confiando en que ocurra «in extremis».
Por ejemplo, en el caso de la corrupción, desde el PP plantean que la investigación parlamentaria debería afectar a todos los partidos, y no centrarla únicamente en sus siglas.
Las seis condiciones de Ciudadanos
1. Apartar de cargos públicos a imputados por corrupción
Rivera exige que sean separados «inmediatamente» quienes estén imputados formalmente hasta la resolución completa del procedimiento judicial.
2. Terminar con los aforamientos
Ligados a cargos políticos y representantes públicos. El PP ya presentó en el Senado el 30 de marzo una moción para estudiar la limitación de los aforamientos.
3. Nueva Ley electoral
En la que reclaman mayor proporcionalidad, listas desbloqueadas y la reforma del sistema de voto de los españoles residentes en el exterior con la desaparición del voto rogado.
4. Fin de los indultos a condenados por corrupción
Se trata de un punto en el que los populares no tendrían problemas, pues el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ya se comprometió a no aplicar esta medida de gracia.
5. Limitación a dos mandatos
O a un máximo de ocho años. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, dijo el pasado mes de mayo que se trata «de una norma no escrita que se está respetando».
6. Comisión de investigación del «caso Bárcenas»
Rivera reclama que se investigue en el Parlamento la supuesta financiación ilegal del PP, algo que con el nuevo reparto de poder en la Cámara iba a llevarse a cabo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar