Guardia Civil

La Fiscalía investiga la participación de Sorzábal en 21 atentados

El Ministerio Público también busca indicios para reabrir la causa contra David Pla por el asesinato de Giménez Abad en 2001

David Pla, al ser detenido el martes en Francia
David Pla, al ser detenido el martes en Francialarazon

La Guardia Civil llevaba más de cinco años detrás de la cúpula de ETA, desarticulada esta semana con la detención de David Pla e Iratxe Sorzábal, y en los últimos cuatro meses desplegó de forma continua en Francia a 150 guardias civiles que trabajaron codo con codo con los agentes franceses día y noche en la última operación antiterrorista.

Por primera vez, los medios de comunicación entraron ayer en las dependencias de los servicios de información de la Guardia Civil, una situación «sin precedentes» que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, vinculó a otra situación «sin precedentes» como es la desarticulación de la cúpula de la banda terrorista.

El titular de Interior felicitó ayer a los agentes que intervinieron en la «operación Pardines» y conoció de primera mano, junto con el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, los detalles de las detenciones e incluso supervisó algunos vídeos y les transmitió a los guardias civiles la felicitación del Rey Felipe VI y del presidente Mariano Rajoy.

Tras la reunión, compareció ante los medios para destacar que durante cinco años se trabajó en esta investigación que dio lugar a la apertura de ocho operaciones por parte del instituto armado y que ha llevado a detener a un total de 158 etarras. Respecto a quién podría sustituir a Pla y Sorzábal en la dirección de la banda, Fernández Díaz reiteró que si la organización criminal encuentra a alguien para asumir la dirección «tendrá que ser una persona sin experiencia y de poca relevancia». Sobre los verificadores internacionales dijo que «parece que se han quedado con la brocha y la escalera» porque a ETA, recalcó, no la han derrotado los verificadores sino el Estado democrático español y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado junto con las Fuerzas de Seguridad francesas, el testimonio moral de las víctimas del terrorismo, los jueces y la justicia. Destacó, asimismo, que la política penitenciaria se mantiene y que donde está ETA fundamentalmente «es en las cárceles de España, donde se encuentran 400 etarras y otros 100 en las prisiones francesas».

Tanto Pla como Sorzábal tienen causas pendientes en España. La dirigente etarra sólo está imputada por un delito de estragos terroristas por un atentado con explosivos en Irún en 1996, pero la Fiscalía de la Audiencia Nacional, dirigida por Javier Zaragoza, escudriña en una veintena de causas por actos terroristas atribuidos al «comando Ibarla», al que habría pertenecido Sorzábal, entre 1994 y 1997. La intención del Ministerio Público es hacer acopio de nuevos indicios en el material incautado a la cúpula de ETA para intentar reabrir algunos de estos procedimientos.

Por su parte, Pla fue procesado en junio de 2014 por el juez Javier Gómez Bermúdez por integración en ETA en la investigación al «frente jurídico» de ETA (Halboka). Además, la Fiscalía sopesa pedir su imputación por el asesinato en 2001 del presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad, una causa por la que ya fue imputado, aunque al final se archivó por falta de pruebas.