La Fiscalía investiga la venta de la grabación ilegal que Método 3 hizo a Sánchez-Camacho

Ayer declararon como testigos en el juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona Alicia Sánchez-Camacho y la ex amante de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, por el enrevesado caso de la escucha a la que fueron sometidas mientras almozarban en un reservado de un restaurante de Barcelona. La declaración consistió en reconstruir los detalles de aquel 7 de julio de 2010 en La Camarga, sin entrar en el contenido de la conversación en la que Álvarez relató suspuestos desvíos de capitales de Pujol Ferrusola a Andorra.

A la salida, la presidenta del PP catalán apeló al secreto de sumario para no ahondar en la declaración, pero se reafirmó en que seguirá actuando para que se aclare la grabación y unos hechos tan graves como son «la venta y difusión de información de una conversación privada». El PP quiere llegar hasta el final en este caso para saber, por un lado, quién encargó la grabación a la agencia de detectives Método 3 y también a quién le ha interesado sacarla a la luz. La Fiscalía investiga la posible posterior comercialización y difusión de la conversación que, la pasada semana, el titular del juzgado de Primera Instancia número 21, prohibió difundir como medida cautelar.

En su declaración de ayer, ambas testigos reconocieron sus voces y aceptaron el ofrecimiento de acciones legales como perjudicadas. Álvarez explicó que «es una aberración y un escándalo que me graben una conversación con una amiga».