La gestora planea celebrar las primarias en mayo y el congreso a mediados de junio

El nuevo PSOE se mira en los años de gestión de Zapatero, en lugar de en los de González.

Las conversaciones del presidente de la gestora, Javier Fernández, con los principales dirigentes territoriales para consensuar el calendario del 39º Congreso del PSOE comienzan a dar sus frutos. Aunque todavía no están cerradas las fechas de la propuesta que se elevará al Comité Federal, y que será aprobada por la gestora en la víspera de su celebración el sábado, ya se dibuja de forma aproximada la cronología de citas que llevarán a la elección de un nuevo liderazgo y un nuevo proyecto en el partido.

Los dirigentes territoriales consultados por LA RAZÓN confirman que la fórmula que han trasladado a Fernández es la convocatoria de las primarias en mayo y la celebración del cónclave en junio. Entre ambos hitos deben mediar como mínimo dos semanas –para impugnaciones y proclamación de candidatos, entre otros trámites–, lo que llevaría la elección del nuevo secretario general a finales de mayo y el congreso a mediados de junio como tarde. Este calendario no responde a las demandas de los críticos que pedían que se celebrase en abril.

En todo caso, no será el Comité Federal del 14 de enero el que convoque el Congreso, sino que se limitará a dar viabilidad al calendario fijado por la gestora en connivencia con los barones. Lo que tampoco se aprobará este sábado será el documento en el que trabaja un grupo de expertos del PSOE para sentar las bases del nuevo proyecto socialista. Fuentes redactoras del mismo señalan que «no estará listo para entonces» y que los trabajos continúan. En ellos se busca hacer un diagnóstico de la situación del PSOE y cómo se ha llegado a ella, así como las posibles vías de reflexión y debate para encarar el futuro, sin entrar en propuestas concretas, «porque esto no es un programa electoral». En el análisis de situación que hacen estos expertos, el PSOE se fija en los años de gestión del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, pues consideran que se adecúan mejor a los retos actuales que los que vivió Felipe González. También se plantean, tal como adelantó este diario, repensar los sistemas de elección de líderes para hacer compatible la democracia directa –de las primarias– con la representativa de los órganos de dirección.