La interrupción del embarazo, un negocio de 58 millones de euros

La interrupción del embarazo, al igual que cualquier otro tipo de práctica médica, puede llegar a ser un negocio muy rentable para las clínicas privadas que lo llevan a cabo.

En España, el 98 por ciento de los abortos que se realizan son practicados en centros privados, aunque la Sanidad pública cubre, hasta el momento, su coste total.

La cifra que el Estado destina a esta práctica representa un total de 58 millones de euros al año, ya que en nuestro país se realizan la friolera de 100.000 abortos anuales, y por cada uno de ellos, las clínicas médicas se embolsan una media de 500 euros. Eso sin contar con el supuesto aborto clandestino.

Muchas clínicas privadas obtienen buena parte de sus ingresos económicos gracias a estas prácticas.

Así, un total de 600 ginecólogos firmaron un manifiesto en contra de la reforma de la ley del aborto propuesta por el actual ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón.

Éste fue promovido por las doctoras Pilar Martínez Ten y Begoña Adiego, trabajadoras de la Clínica Delta; en el área de análisis ecográfico y diagnóstico prenatal respectivamente, quienes apuntaban a que ésta reforma provocará una situación de desamparo legal en las gestantes, lo que, según ellos, llevaría a un aumento de las interrupciones del embarazo de manera clandestina. Asimismo, señalan también el posible sufrimiento de los padres por el hecho de tener un hijo con algún tipo de discapacidad o una corta esperanza de vida.

Sin embargo, la realidad es diferente. Los abortos por malformaciones incompatibles con la vida son solamente una minoría del total, ya que solamente representan el 3 por ciento del total, es decir, unos 3.400 casos anuales.