Navarra
La «piel de cordero» de los acusados
En el juicio el cambio físico de los ocho procesados es notorio, muy alejado de sus instantáneas en los informes policiales
Un año y medio después de la agresión a los guardias civiles y sus parejas en Alsasua, en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional resultaba complicado reconocer a algunos de los acusados, que han dulcificado su imagen.
Un año y medio después de la agresión a los guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra), en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional resultaba complicado reconocer a algunos de los acusados, que han dulcificado su imagen respecto a las instantáneas que constan en los informes policiales. Pelo más corto en algunos casos, cambios de peinado en otros, aros en las orejas que se dejan para mejor ocasión, vestimenta que no llama la atención... Una estética, en definitiva, muy alejada del estereotipo de unos acusados por lesiones y amenazas terroristas. La consigna es evitar cualquier identificación con la iconografía de la izquierda abertzale. Algunos de los asistentes describían que «las suelas de las zapatillas de todos los acusados estaban nuevas: Ni una pisada. Las estrenaban para el juicio».
La estrategia del cambio de imagen no es nueva. Ya se ha visto antes en la Audiencia Nacional en juicios por «kale borroka» (la violencia callejera auspiciada por la banda terrorista ETA) o en algunos procesados por enaltecimiento del terrorismo yihadista en las redes sociales.
Esa imagen «blanca» se corroboró a la hora de sentarse ante el tribunal, que preside la magistrada Concepción Espejel, y dar su versión de los hechos, sorprendentemente coincidente. Todos negaron haber tenido la más mínima intervención en los hechos, así como cualquier tipo de odio hacia la Guardia Civil e incluso varios aseguraron que ni siquiera se encontraban en el bar Koxka en la madrugada del 15 de octubre de 2016.
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