Mariano Rajoy

La Policía investiga la implicación de los amigos del «Capi» en el ataque

Los agentes rastrean el móvil de Andrés para saber si son mayores de edad y si planificaron el asalto al presidente

La Policía investiga la implicación de los amigos del «Capi» en el ataque
La Policía investiga la implicación de los amigos del «Capi» en el ataquelarazon

La Brigada provincial de Información (BPI) de la Comisaría de Pontevedra del Cuerpo Nacional de Policía va a investigar al grupo de «amigos» que tenía el agresor del presiente del Gobierno, A. V. F., por si conformaban algún tipo de grupo organizado, según han informado a LA RAZÓN fuentes policiales.

Estos individuos, cuya edad se va a determinar (por si fueran mayores de edad y penalmente responsables de algún tipo de delito) se han apresurado a desmarcarse de «Capi», como llaman al agresor; pero lo cierto es que momentos antes de que se produjera el ataque contra Mariano Rajoy le jalearon con frases de grueso calado, que denotaban odio y animadversión.

Identificación

La identificación de estos individuos, pese a las «trampas» que suelen poner para permanecer en el anonimato durante su actuación en las redes sociales, se logra gracias a los técnicos en la materia de nuestras Fuerzas de Seguridad, unos de los más acreditados del mundo.

Por ello, se confía en que en breve se conocerá el nombre y domicilio de todos ellos, momento en que se decidirá si se les llama a declarar o se adoptan otro tipo de medidas.

La determinación de la edad es importante, ya que si fueran mayores de 18 años, se podría sospechar que se escogió a A. V. F. por tener sólo 17 años, lo que implicaría una cierta organización de la agresión para que sobre autor del ataque no recayera la responsabilidad correspondiente a los que tienen 18 años o más.

Los especialistas policiales que investigan los fenómenos de los movimientos anti sistema y de carácter violento, que en el caso de una comunidad autónoma como la gallega, unen el independentismo de extrema izquierda a su «ideología», han acreditado que los grupos de seguidores de los clubes de fútbol, como es el caso que nos ocupa, son utilizados por determinados elementos.

Sus fines son los de quebrar la paz ciudadana y agredir a los que considerar sus «enemigos».

Es lógico que quienes han protagonizado un hecho tan grave, como es la agresión al presidente del Gobierno, traten de presentarlo ahora como un acto irreflexivo, decidido sobre la marcha, cuya alcance no midieron.

Sin embargo, la Policía cree que este asunto debe ser investigado y, una vez identificados los componentes del grupo del «Capi», examinar sus antecedentes, aportaciones a redes sociales (que por más que las intenten borrar ahora, serán recuperadas) y, en general, qué contactos podían tener con el independentismo gallego de carácter violento, alguna de cuyas ramas practica el terrorismo.

La investigación, según las citadas fuentes, siempre a las órdenes del juez y la fiscalía, no acaba nada más que empezar y, ante el grado de alarma social que causaron los acontecimientos de Pontevedra, no les puede dar un «carpetazo».

A la espera de poder reunir las evidencias sobre los integrantes del mencionado grupo, pocos dudan de que nos vamos a encontrar con unos individuos que, pese a no tener problemas económicos, tratan de presentarse como perseguidos por la sociedad capitalista y poco menos que desheredados de la fortuna. Es el caldo de cultivo del extremismo violento que ha tenido un auge en España en los últimos años