Crecimiento económico
La solución de UGT: una sede de 2,7 millones
Méndez inaugura el fastuoso edificio en Mérida
UGT inauguró ayer su nueva «sede palacio» en Mérida con la presencia del secretario general de la organización, Cándido Méndez, en plena polémica por su precio y por las supuestas irregularidades en la tramitación urbanística del edificio. El sindicato se ha gastado nada más ni nada menos que 2,7 millones de euros en construir 2.820 metros cuadrados en la zona norte de la ciudad. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, que afirmó que se ha hecho todo de manera legal, justificó la cifra por el ahorro que supondrá para el sindicato, que hasta ahora pagaba muchos alquileres y, así, «se racionalizan los gastos». Además del elevadísimo coste que ha supuesto la construcción de este complejo, el Ayuntamiento de Mérida (gobernado por el PP) ha decidido revisar el proyecto porque considera que se han cometido algunas irregularidades en la valoración del solar. Asimismo, el PP de la autonomía pidió la dimisión del portavoz de Empleo del PSOE en el Parlamento de Extremadura, Miguel Bernal, en el caso de confirmarse que actuó incorrectamente en su etapa de secretario regional de UGT para la construcción de la sede. Por su parte, el secretario regional del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, pidió al PP que, si se cree que hay irregularidades, «las solucionen en los juzgados». Según fuentes del PP consultadas por LA RAZÓN, ya no vale decir «que vayan al juzgado», y, por eso, piden a Vara que diga algo al respecto, porque si no, como en otras ocasiones, considerarán suya la máxima de que «el que calla otorga». El enfado de la sociedad extremeña es tal que, según fuentes del PP, los ciudadanos exigen a Fernández Vara y a Miguel Bernal «que salgan de la madriguera y den la cara en este asunto, puesto que es muy grave y quieren saber la verdad». El secretario regional de UGT, Francisco Capillo, afirmó que esta polémica es un intento de «criminalizar» al sindicato, pero el PP insiste en que el asunto va más allá, ya que el mayor problema no es el precio de la «sede palacio», sino el «chanchullo» que, presuntamente, hizo Miguel Bernal, durante el periodo en que fue secretario regional de UGT, para quedarse con esos terrenos. Dichas fuentes del PP afirmaron que el espacio donde están construidos los casi 3.000 metros cuadrados de sede estaba preparado para Educación y, finalmente, se le adjudicó al sindicato, por lo que reclaman que se den las explicaciones lo más pronto posible y digan «alto y claro a los extremeños» si es verdad que hubo «chanchullos» en los terrenos y si es verdad que el PSOE los avaló. Además, el PP de Mérida solicitó que se esclarezca si el Ayuntamiento fue el avalista del crédito que pidió el sindicato a Caja Extremadura para la adquisición de la nueva sede. En una época de crisis económica como la actual, resulta curioso que hace nueve meses UGT Extremadura comenzase a aplicar un ERE temporal a sus 39 empleados, por el que se les redujo las horas y el salario a la mitad, y que ahora inaugure una sede valorada en 2.7 millones.
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