Las razones de Aznar: el malestar del «caso Bárcenas» y el juicio a su Gobierno

En el aviso a navegantes que el ex presidente del Gobierno José María Aznar dejó en la noche del martes hay una intrahistoria que supera la importante enmienda a la gestión de la crisis económica. Aznar discrepa de cómo desde el PP están manejando el problema de Cataluña e incluso el anuncio de ETA de cese definitivo de la violencia. Pero hay otras razones que explican su decisión de dar un paso adelante. Está, por ejemplo, la gestión del «caso Bárcenas» y lo que él entiende como una falta de contundencia por parte de Génova a la hora de defender la honorabilidad del partido y también a la hora de apoyarle frente a «campañas de difamación» de medios de comunicación que el propio Gobierno ha reflotado económicamente.

Ha pesado, además, la intervención del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el último Comité Ejecutivo del partido, en el que defendió su subida de impuestos con una revisión de la etapa de Aznar y de su propio papel en la misma, también como ministro de Hacienda. Y ésta no ha sido la única reinterpretación de aquel primer mandato del PP. Montoro dijo, frente a Esperanza Aguirre, que en la etapa de Gobierno de Aznar se tardaron dos años en bajar los impuestos, obviando que tampoco se subieron. Y olvidando que él, al inicio de aquella primera Legislatura, se presentó ante Aznar, entonces jefe del Ejecutivo, con una propuesta de subida impositiva que éste desestimó y rectificó por un plan de privatizaciones y de reducción del gasto público.

Desde el otro lado, el del Gobierno de Rajoy, también esgrimen sus argumentos de defensa. Moncloa dice que la situación es mucho peor que en el 96; y que hay una continuidad en el equipo y en la política, pero también unas prioridades que establece Bruselas y una urgencia nacional, la de contener el déficit y controlar la crisis de deuda soberana y los problemas de financiación. E insisten en que el tiempo demostrará que aplicarán el programa en cuanto las circunstancias lo permitan.